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martes, 7 de febrero de 2012

La dichosa manía de quitarse la camisa

Para el importante partido del próximo sábado ante el Alcoyano, Juan Manuel Rodríguez no podrá contar con el jugador más carismático, determinante y codiciado de la plantilla. La expulsión de Jonathan Viera el pasado sábado merece un estudio aparte.

Minuto 96. Lanzamiento de falta con la suerte que acompaña muchas veces a los grandes genios del balón. Gol, triunfo épico y algarabía. En esa explosión jubilosa, camino de la celebración con “su” afición a la que dedicaba gestos de “yo, aquí”, se despojó de la camisa. Yo no he sido jugador profesional nunca, ni a estas alturas creo que lo sea, pero ¿tan difícil es eliminar ese extraño impulso de quitarse la camisa para celebrar un gol?¿tanto pesa? Si estuviera permitido pase, pero ese “destape” cuesta una amonestación según el reglamento (que luego hablaremos de él). No sé, digo yo, que se quite una bota, los pantalones o el pendiente de la oreja. Eso sí está permitido… Lo cierto es que Sureda Cuenca, más amigo que enemigo hasta ese momento, en aplicación de la normativa le mostró la cartulina amarilla. “Qué más da, con la alegría que me acabo de llevar” pensamos todos.

Lo que no esperábamos fue lo que sucedió 30 segundos más tarde.

Minuto 97. El Guadalajara, desesperado al ver cómo se iba a ir de vacío del campo donde probablemente mejor hayan jugado en toda la temporada, saca de centro y mete un balón al flanco izquierdo por donde progresaba uno de los suyos. Allí meten la pierna con todo dos jugadores amarillos y cometen falta. Viera, que seguía la jugada, una vez había pitado el colegiado desplaza el balón, con tan mala suerte que casi impacta en el propio trencilla. Segunda amarilla y expulsión. En ese momento ya no “da igual”. Dejar al equipo con diez en la última acción del partido es un mal menor si lo comparamos con no poder contar con él para el vital partido de Alcoy.

Sí, ya sé que es joven y puede cometer estos errores. Sé también que el partido debía acabar, que los nervios y la emoción estaban a flor de piel y que un impulso de golpear el balón tras una falta se puede tener. La cuestión es: “Si no se hubiera quitado la camisa…”.

Sin embargo, y dicho esto, quiero terminar con una reflexión sobre el reglamento. No puede ser que las dos infracciones cometidas por el de La Feria el sábado tengan el mismo castigo que si hubiera hecho una entrada con los tacos por delante a la altura de la rodilla de un rival. Al propio Jonathan Viera le hemos visto salir de muchos partidos con los dos tobillos hinchados por las patadas recurrentes de quienes han intentado detener su fútbol, su arte. Esos jugadores han salido del campo inmunes. Yo creo que en este sentido valdría la pena reflexionar y buscar penalizaciones justas para cada tipo de acción. De la misma forma que pienso que si un jugador hace una entrada brusca a otro y le lesiona no debería volver a jugar hasta que el lesionado pueda hacerlo, pienso que un jugador cuyo “pecado” ha sido quitarse una camisa y desplazar un balón no puede tener el mismo castigo que el violento. Igual tarjeta roja sí, pero no suspensión de un partido… por ejemplo… Ahí lo dejo.

2 comentarios:

  1. Buen blog companero ya te seguiremos . 2 Amarillas por 2 tonterias
    1 ) La tonteria de la camiseta que hasta los galacticos lo hacen .
    2)La tonteria de los arbitros que las sacan sin piedad y mas a la UDLP por ello somos las lideres de las tarjetas .

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