Sígueme en Twitter y Facebook

Sígueme en Twitter: @FredyAM40
Únete en Facebook: Página El Ángulo Opuesto

miércoles, 29 de febrero de 2012

Los peces no tienen memoria


La pasada temporada Las Palmas ocupaba plaza de descenso directo a 4 puntos de la salvación y andaba en caída libre rumbo a la 2ªB, ese pozo al que es muy fácil caer pero del que es muy difícil salir (lo sabemos por experiencia). Juan Manuel Rodríguez llevaba dos semanas en el banquillo y no había logrado enderezar el rumbo. Tras la marcha de Jémez habíamos empatado a uno en casa ante el Recreativo y perdido 4-1 frente al Betis en Sevilla.

Las crónicas eran todas apocalípticas. Alguno incluso ya se frotaba las manos. Viejas pesadillas rondaban por nuestras cabezas. En prensa se pedían las cabezas de todo ser vivo en Pío XII y se dudaba seriamente de la profesionalidad y cualificación de la plantilla para esta categoría. Todo era desánimo, y alguno hasta ya miraba a la 2ªB pensando en próximos enfrentamientos con el Vecindario.

Pero resulta que, de los siguientes 6 partidos, Las Palmas ganó 5 y empató otro. Todos ganados por la mínima excepto uno. Todos jugando al fútbol que se juega ahora, tal cual, porque otra cosa no, pero Juan Manuel Rodríguez siempre ha jugado igual. Pero en ese mes y medio arrollador, en el que pasamos a estar a 11 puntos del descenso, a nadie le importó si jugábamos bien o mal. Si ganábamos por suerte o por casualidad. Ganábamos, sumábamos los puntos y eso hizo que pasáramos del desánimo al respiro profundo y aliviado viendo alejarse el temido fantasma. Eso sí, fútbol, eso que estamos todos ansiosos por ver ahora, no vimos ni un pizco.

Un año más tarde, cuando estamos atravesando una temporada de lo más irregular en cuanto a juego y resultados, es un clamor social y mediático que el equipo “debe jugar mejor”. Lo suscribo. Ya está bien de planteamientos mezquinos fuera de casa y de ganar sin merecerlo en Gran Canaria. Nos hemos cansado. Basta ya. Queremos ver fútbol. Que vuelva la UD del partido ante el Barcelona B…

No es difícil. De verdad que no es difícil. Sólo hay que querer, proponérselo e intentarlo. Como lo intentó Paco Jémez. Y Vidales. Y Juanito. Y Kresic. Todos ellos se fueron entre gritos de ‘¡fuera, fuera!’ y con el equipo enterrado. Desde que ascendimos a Segunda por última vez no ha habido un año tranquilo. Incluso hace tres temporadas tuvimos hasta cuatro entrenadores (con el dúo Castellano/León al final). Nadando siempre contracorriente y con el agua al cuello, haciendo números todas las semanas y con el transistor puesto en el estadio en el mes de Mayo para ver si perdían los que estaban metidos en el charco con nosotros.

Pero los peces no tienen memoria. Ni muchos de nosotros tampoco. Hoy sólo nos importa lo que vemos ahora. Y como buenos inconformistas, siempre queremos más. Por eso es lícito exigir un mejor planteamiento, un mejor trato del balón y una mejor imagen para esta histórica camiseta. Pero no olvidemos que este club sigue con la concursal abierta, con un presupuesto exiguo y una situación económica muy delicada. Que nadie olvide quién dirige este club. Tampoco debemos olvidar nuestro pasado deportivo más reciente. Y entonces, sólo entonces, podremos seguir exigiendo. Lo primero, los 50 puntos.


Mañana: el "por qué" de la entrevista a Juanito publicada hoy.

martes, 28 de febrero de 2012

La resaca


Con la resaca y el mal cuerpo que deja el partido de El Arcángel, cuando aún se me repiten las imágenes de Vitolo fallando el penalti y de Viera amagando un cabezazo a un rival, me han venido a la cabeza algunas de esas pequeñas historias que siempre deja un partido de fútbol.

La historia de Vitolo es entrañable. Quería dedicarle un gol su padre, ingresado horas antes. Lejos de moverse por el impulso del que está convencido del éxito, su movimiento fue más de corazón. Nadie, ninguno de sus compañeros pensó en ese momento que, de haber convertido el penalty, igual la película del partido hubiera sido otra. Pero hay quien piensa que en esto del fútbol los sentimientos hay que dejarlos de lado cuando se trata de ganar un partido. Otra vez será. Supongo que su progenitor se habrá quedado igual de contento por el gesto de su pequeño, aunque quizás padre e hijo sean a los que más les dolió el error.

La historia de Jonathan Viera se escribe desde la desesperación. Es cruel, por no decir inhumano, tener corriendo por el campo sin balón durante noventa-y-tantos minutos a un jugador como él. Al final acaba persiguiendo sombras, y aunque no es justificable cualquier tipo de agresión (o intento), sí hay que comprender que el joven canterano debía estar a esas alturas del partido cansado y preso de una impotencia que tiene su génesis en el planteamiento del entrenador. El resultado, imagen deteriorada, segunda expulsión en apenas tres encuentros y sanción en el mejor de los casos de un partido.

La historia del fútbol de Juan Manuel Rodríguez, y la inevitable comparación con el de su antecesor Paco Jémez. Si bien es cierto que el entrenador cordobés se fue saliendo del camino que había trazado al frente de la Unión Deportiva Las Palmas al comenzar la temporada anterior, los primeros encuentros los recordamos todos con especial cariño. Más ahora que estamos tan sedientos de ver un fútbol que se asemeje más al estilo que siempre ha caracterizado al fútbol canario. Aquel juego alegre, al ataque, con el que el equipo ganaba, divertía y alegraba a la parroquia, se fue diluyendo martirizado por una defensa endeble en lo personal y mal trabajada en lo táctico. De aquello aprendió Jémez, y en Córdoba el bofetón ha sido doble: ha demostrado que se puede jugar bien y ganar sin tener grandes estrellas y ha evidenciado una mejoría en su planteamiento defensivo notable. Como resultado, una superioridad manifiesta sobre el césped no traducida en el marcador. Nostalgia.


El partido tiene otras historias, como la entrada “a la desesperada” de Portillo y Momo cuando ya habíamos descarrilado. ¿Por qué en ese momento y no antes? O la historia de un portero que, aunque es cierto que suele tener errores de bulto, nos ha vuelto a salvar de una goleada. No brilla porque se perdió, pero no sería justo pasarlo por alto. La historia de la vuelta de Ruymán. En su línea. Sin brillantez pero muy por encima de Corrales. Y la vuelta de David, el capitán. A ver si poco a poco va recuperando la confianza. El caso es que el centro de la defensa está rindiendo bien en los últimos partidos con la pareja Juanpe-Laguardia, pero al ritmo de expulsiones que llevamos pronto habrá alguna vacante.

Dejo para el final la historia del joven Artiles, convocado con el equipo y viajando. Esta vez no ha jugado, pero poco a poco debe ir apareciendo. La cantera es la única salida que tenemos, y más ahora que pintan bastos en lo económico. Habrá que empezar a pensar ya en el Girona… Esta resaca va a acabar conmigo. Necesito olvidar.

domingo, 26 de febrero de 2012

Dura y merecida derrota


Las dudas que teníamos sobre cómo afrontaría Las Palmas la batalla de Córdoba se disiparon desde que comenzó el encuentro: salida al ataque del equipo local, un césped regado a conciencia y una Unión Deportiva que tardaba en perder el balón lo que tardaba el mismo en ser pateado por los centrales y llegaban mansamente a dominios de la retaguardia cordobesa, hacía indicar que íbamos a sufrir, pero no nadie se esperaba un desenlace tan cruel.

Los primeros veinte minutos fueron de acoso y derribo del equipo de Paco Jémez. Las Palmas se defendía con cierto orden… y para todo lo demás, Barbosa. El guardameta argentino estuvo espectacular y salvó a su equipo de al menos tres goles que ya se cantaban en las gradas. Pasado el meridiano del primer periodo, el Córdoba fue bajando sus revoluciones y los amarillos, cuando no se resbalaban, trataban de cuidar mejor el balón aunque siempre muy lejos de la portería contraria. Un gol anulado a Guerrero por una supuesta mano fue la única inquietud que tuvo Alberto en los primeros 45 minutos.

Para la segunda parte esperaba todo. No comenzó con el mismo fragor ofensivo cordobés de la primera. El equipo de Juan Manuel Rodríguez seguía manteniendo un cierto orden defensivo con dos líneas de cuatro y apenas pasaba apuros. Menos aún se esperaban después de entrar David García para devolver a Javi Castellano al centro del campo.

Hacia delante, comenzaban los acercamientos. Otro penalty no señalado fue el preludio al que sí sancionó Lesma López. Minuto 68 y oportunidad de oro para adelantarse y meter más nervio a un Córdoba que por entonces ya no era ni una sombra de lo que fue al principio. El penalty, el clásico salto en una barrera con el brazo extendido, no ofrecía lugar a dudas.

Pero a veces, por desgracia, el fútbol es justo. Vitolo asumió la responsabilidad, y encaró el balón con velocidad pero con un disparo muy previsible a media altura que se encargó de parar Alberto. Oportunidad perdida y alas para el Córdoba. Minutos más tarde, el enésimo balón que decide regalar Barbosa en su empeño por no sacarlo jugado de atrás, provocó la acción del único gol del partido. Del 0-1 al 1-0.

Y entonces le entraron las prisas a Juan Manuel Rodríguez, que no tardó en volver loco el sistema dando entrada a Momo por Juanpe y a Portillo por David González. Es decir, poca cabeza y balones a la olla, a ver si sonaba la flauta que sonó en Almería y Sabadell. Pero esta vez no pudo ser. El Córdoba controló muy bien la ansiedad canaria y dejó pasar los minutos.

Tanto congeló el juego el equipo de Paco Jémez, que Jonathan Viera, supongo que cansado y harto de correr y correr sin recibir apenas balones en condiciones de ser jugados, perdió los nervios con un rival delante de las narices del árbitro. Peor no pudo terminar el partido. Expulsado el canterano (otra vez) y nueva derrota a domicilio.

Está todo muy reciente, pero ahora mismo no sé qué me duele más: una nueva derrota que nos deja a 8 puntos del descenso, o perder a Viera de cara al partido en casa contra el Girona. Sea como sea, creo que la derrota ha tenido un precio demasiado alto y se ha escenificado de una forma demasiado cruel. Barbosa el mejor, Vitolo falla un penalty y Viera expulsado. La batalla de Córdoba ha sido más dura de lo esperado.

viernes, 24 de febrero de 2012

La batalla de Córdoba


La última victoria de la Unión Deportiva Las Palmas en Córdoba se vivió el 24 de Abril de 2008, 0-1 con gol de Marcos Márquez en el minuto 2 de partido y con Juan Manuel Rodríguez en el banquillo canario. ¿Casualidad? Lo cierto es aquel sábado Santamaría hizo un partidazo parándolo todo.

Este año la cosa pinta diferente para los andaluces, quienes no encajan un gol en su campo desde el 19 de Noviembre. En El Arcángel sólo les ha ganado el Deportivo (0-2), y han empatado Almería (1-1), Villarreal B (1-1), Barcelona B (1-1), Recreativo (0-0) y Celta (0-0).

El domingo viviremos un duelo con morbo especial en los banquillos. El de la primera vuelta lo ganó el míster cordobés en Gran Canaria. No lo mereció, pero se llevó los tres puntos con gol de Charles, el jugador con más calidad de ese equipo. Sin embargo, aquel día Jémez no tuvo que preocuparse ni de Viera ni de Vitolo, ausentes ambos por problemas físicos.

El Córdoba juega al ataque, sobre todo en su estadio. Largas posesiones de balón y un asedio al rival muy difícil de ver en cualquier otro campo de Segunda División. Les falta un delantero “cazagoles”, porque crean muchas oportunidades pero marcan poco.

Los equipos que han ido a encerrarse a El Arcángel este año han salido derrotados en el marcador y vapuleados en el juego. Sólo unos pocos afortunados han logrado un empate a cero de milagro y pidiendo la hora, con árbitros que han permitido cierta dureza atrás.

No es difícil pensar por tanto que el equipo de Paco Jémez sufre si no tiene el balón. Ni es complicado predecir que, jugando al fútbol, Las Palmas tiene hombres de mucha calidad y con peso específico en el centro del campo. Sería muy bonito ver un partido así, de poder a poder y de área a área. Y ganaríamos posibilidades de puntuar.

Si gastamos todas nuestras fuerzas en destruir y defender, luego no tendremos fuerza para crear y nos quedarán 80 metros hasta llegar al área contraria. Si el balón sale “despedido” de atrás sin pasar por David González, perderemos la posesión con rapidez y pronto volveremos a tener a sus guerreros cerca de nuestras huestes. Estoy convencido de que al Córdoba se le puede hacer daño arriba. Seguro que Jémez no trabaja tanto la defensa.

Por tanto, el partido del próximo domingo puede ser un suplicio o un espectáculo. Y la clave para que sea una cosa o la otra la tiene el entrenador. Y los jugadores. Ellos también cuentan. La batalla de Córdoba no debe dejar muertos. Ni heridos. Eso sí, alguien se puede llevar un gran botín.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Buscando la mejor defensa


Si bien es cierto que los problemas que está teniendo la Unión Deportiva Las Palmas para darnos alegrías lejos de Gran Canaria no son culpa exclusivamente de la defensa, el hecho de haber encajado gol en todos los desplazamientos (excepto en Cartagena) ha contribuido a que los números no nos sean muy favorables. Para este domingo tenemos defensa inédita por los cambios obligados. Es una buena excusa para cambiar esa tónica.

La innecesaria expulsión del veterano Enrique Corrales el pasado domingo en el Gran Canaria supone el consabido partido de sanción, que viene a coincidir, por suerte, con la completa recuperación de Ruymán Hernández. No olvidemos que el lateral zurdo grancanario se lesionó en el calentamiento del partido en Santo Domingo ante el Alcorcón, hace cuatro partidos. Él venía siendo titular en esa posición, y el entrenador amarillo tuvo que recurrir al suplente sevillano. Por lo tanto, el domingo en El Arcángel Ruymán recuperará esa titularidad y, si todo va bien, Corrales debería volver al banquillo en cuanto cumpla su castigo.


El caso de Pignol es bien distinto. Con el francés Juan Manuel mantiene un idilio que comenzó con la llegada del técnico de Las Alcaravaneras la temporada pasada. Le dio la titularidad en detrimento de un Aythami Álvarez que, a pesar de los errores típicos de su juventud, estaba siendo de lo mejorcito en la “alegre” defensa que había diseñado Paco Jémez. Desde entonces Pignol es el titular indiscutible para el técnico en el lateral derecho, estuviera lesionado Aythami o no. Y es que en Las Palmas no hay más laterales para esa zona del campo. Los experimentos forzados cuando no ha estado el francés han sido “parches” que en ocasiones han dejado duras derrotas como legado. Por tanto, tenemos Pignol para Rato…

… o no. Porque en Córdoba no podrá estar y Juan Manuel Rodríguez deberá buscar una alternativa. Tampoco está Roque, así que sólo se me ocurren dos: si David García llega en condiciones al partido, podría ser la opción más razonable: el capitán ya ha jugado en esa posición, y aunque gana enteros en el centro, estoy convencido de que lo hará mejor que Pignol. Esta opción no altera la pareja de centrales Juanpe-Laguardia. La otra variante sería retrasar a Javi Castellano (perdemos mucho en el medio centro) para volver a adaptar a Laguardia esta vez en la derecha. Una solución menos “robusta” pero no descartable. La que sí debería ser desechada es dar protagonismo a Diego Herner.

Por tanto, la defensa titular en Córdoba va a ser “nueva” este año. Y las ausencias de la misma me dan pie a pensar que igual podríamos estar ante la defensa titular de los próximos partidos de Las Palmas: David García - Juanpe - Laguardia - Ruymán. Además Ruymán en la estrategia (defensiva y ofensiva) aporta mucho más que Corrales, por lo que deberíamos sufrir menos en las acciones a balón parado (auténtica pesadilla últimamente). Si por delante se mantiene el equipo que actuó de salida frente al Nástic, hay motivos para ser optimista y pensar que quizás el próximo domingo en Córdoba la defensa -y el equipo- nos den una alegría inesperada. Ojalá.

Aunque para ello hará falta una mayor mentalidad y convencimiento de que la victoria es posible, y por supuesto no olvidar que, a pesar de todo lo expuesto, siempre la mejor defensa es un buen ataque o, en su defecto, tener mucho tiempo el balón y no maltratarlo a base de patadones. Trabajo para Juan Manuel.

martes, 21 de febrero de 2012

Las primeras partes NO se regalan


Hace tiempo que vengo escuchando teorías sobre entrenadores que “regalan” las primeras partes de los partidos para tratar de resolver en la segunda. Nunca he entendido esa “táctica”, si es que existe, por la sencilla razón de que un partido dura 90 minutos y nadie en el pitido inicial sabe qué va a pasar a continuación. Me explico:

Un partido de fútbol está lleno de detalles, de acciones puntuales que hacen que las cosas cambien de una forma o de otra. Un gol tempranero encajado puede espolear a un equipo que salió dormido, así como una expulsión de un defensa puede desfondar el centro del campo de otro. ¿Por qué pienso que se equivocan los entrenadores que “juegan al desgaste en el primer tiempo”? Porque no saben lo que va a pasar.

El domingo vimos un claro ejemplo en el estadio de Gran Canaria: el gol de Viera en el minuto 7 nos dio una ventaja en el marcador que, cuando a Corrales le dio por actuar como un infantil veinte minutos más tarde, le sirvió a Las Palmas para jugar como lo hizo: orden defensivo y salidas a la contra. La renta no fue mayor de milagro, aunque tampoco nos empataron gracias a Barbosa. Es el riesgo que tiene jugar así.


Pero ¿se imaginan ustedes que, cuando Las Palmas se quedó con diez, el partido hubiera estado 0-0? Creo que si el sufrimiento que pasamos todos fue mucho, con el partido empatado hubiera sido aún peor. Las Palmas no hubiera podido meterse atrás como lo hizo. Hubiéramos visto otro partido, otro tipo de desgaste. Y otro rival, porque igual D’Alessandro no hubiera arriesgado como lo hizo y no hubiéramos tenido tantos espacios arriba.

Y ahora recordemos el partido de Alcoy. Las Palmas tiró literalmente el primer tiempo, apenas inquietó al equipo rival. Y cuando en la segunda parte empezó a llegar con tres oportunidades muy claras casi seguidas, otro “juvenil” de los que tenemos en el equipo, Pignol, hace de las suyas y nos quedamos con diez. Y ahí se acabó Las Palmas y se nos fueron los puntos. Me pregunto qué hubiera pasado si en el primer tiempo, en vez de dar patadones hubiéramos buscado la puerta rival con un poco más de ambición. Lo mismo nos hubiera permitido jugar con diez como lo hicimos este domingo y sacar algo positivo de El Collao.

En definitiva, ya lo dice el refranero: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. No se trata de gastarse en el primer tiempo, pero sí de hacer los deberes cuanto antes, por si luego pasa algo y ya no podemos hacerlos. Creo que es una lección que debemos aprender y alguno podría empezar a aplicar el domingo en El Arcángel.

domingo, 19 de febrero de 2012

Sangre, sudor... y victoria




Los que acudíamos al estadio de Gran Canaria con la intriga de saber qué Unión Deportiva Las Palmas nos encontraríamos despejamos rápidamente nuestras dudas: la de los últimos partidos en casa, la que ha ganado los últimos cuatro compromisos en Siete Palmas, a veces con buen juego y otras con más pundonor que fútbol.

El partido se puso de cara muy pronto, cuando en el primer remate entre los tres palos Jonathan Viera volvió a demostrar que en esta categoría jugadores como él marcan la diferencia partido tras partido. Un balón en la frontal y una definición de crack ponían a Las Palmas por delante cuando apenas habíamos calentado el asiento.

Carnavales, colista y gol tempranero. Los más supersticiosos (y los pesimistas) esperaban sufrimiento. Pero el guión que nos esperaba superó con creces las expectativas. El partido se concentraba en el centro de campo en medio de una lucha encarnizada por destruir el juego del rival. Pero Las Palmas ofrecía más pegada: oportunidad de Quiroga, penalty (para mi claro, uno más) no señalado a Vitolo y otra de Javi Guerrero. Todo parecía indicar que, si sabíamos defender las jugadas a balón parado, no pasaríamos problemas para llevarnos los tres puntos.

Pero nuestro equipo está empeñado en batir todos los records de expulsiones este año. A la quinta amarilla para Pignol, le siguieron dos seguidas (totalmente merecidas) a Corrales, que a los 38 minutos se fue al vestuario siguiendo los pasos del francés en El Collao. Y, al igual que en Alcoy, el partido dio un giro y Las Palmas empezó a sufrir. El camino hasta el descanso se hizo interminable. El Nàstic llegaba y creaba peligro, y unas veces la defensa (hoy sobresaliente) y otras un inspirado Barbosa, salvaron el resultado antes de que el árbitro señalara el final del primer acto.

Todos estábamos convencidos de que la segunda parte no iba a ser fácil. Y no lo fue. Juan Manuel Rodríguez construyó una barrera defensiva al más puro estilo italiano. Había escorado a Laguardia al lateral izquierdo e incrustado a Javi Castellano en el centro de la defensa. Brillante decisión. La alternativa era dar entrada a Herner y perder capacidad de contragolpe en el centro del campo. A ellos se pegaron los hombres del centro del campo en una generosa aportación en el repliegue.

Por su parte D’Alessandro de jugaba en cada cambio el todo por el todo, metiendo jugadores ofensivos y quedándose al final incluso con tres defensas. Movían el balón con más horizontalidad que verticalidad, y Las Palmas se replegaba en un trabajo conjunto de sacrificio, orden defensivo y ayudas constantes. Cuando se tenía el balón, la consigna clara de los David, Viera y Vitolo era tener el balón para poder respirar.

Y así transcurrieron los minutos. Ellos llegaban con relativa facilidad a las inmediaciones del área, pero les faltaban ideas a la hora de crear ocasiones. Nosotros defendíamos muy bien y, cuando no era así, aparecía Barbosa de nuevo para arrancar la ovación de los más de 9.000 que estábamos allí sufriendo y pasando frío. El técnico argentino se desesperaba. Nunca lo vio tan fácil.

A la contra se pudo sentenciar: Vitolo en dos ocasiones tuvo el 2-0. David González mandó un balón al palo en una magistral acción que hubiera supuesto la sentencia, y Quiroga tuvo la más clara pero se encontró con la bota de Mairata cuando se disponía a batir a Rubén. Demasiadas oportunidades para estar tantos minutos con un jugador menos. Nos hubiéramos ahorrado algo de sufrimiento, pero los triunfos así saben a gloria y pasaremos otra semana viendo los puestos de descenso a más distancia que los de promoción. Soñar es gratis.

sábado, 18 de febrero de 2012

La visita del colista


Siempre le he tenido pánico a la visita de los colistas a Gran Canaria. Si bien es cierto que en los últimos años la cosa no ha sido muy traumática, recuerdo una época en la que todos puntuaban aquí. Jamás me olvidaré, allá por los años ochentaylargos, estando en Primera División el Castellón estaba hundido en la clasificación. Iba colista destacado y no ganaba a nadie… hasta que llegó al Insular y nos ganó 1-3. Esas cosas, sobre todo cuando eres pequeño, traumatizan.

Lo cierto es que mañana nos visita un Nàstic de Tarragona que está en una situación crítica. Colista, aunque empatados a puntos con sus vecinos de Girona, necesita ganar más de la mitad de los partidos que le quedan para evitar el descenso. Ese reto, para un equipo que ha ganado 3 partidos en 24 jornadas, parece casi inalcanzable, aunque milagros mayores se han dado. Lo cierto es que vendrán convencidos de que deben empezar aquí.

Si analizamos las victorias del Nàstic, vemos que ganó su primer partido en la jornada 12 metiéndole 5 al Sabadell justo con la llegada de D’Alessandro al banquillo catalán. A la jornada siguiente, 0-1 en Santo Domingo al Alcorcón (¿por qué me da que ese equipo se extra-motiva cuando vamos nosotros?) y hace cuatro jornadas ganó 1-0 al Elche. Dos equipos de la zona media (como Las Palmas) y uno de la zona alta.

Eso sí, le cuesta marcar goles, y más ahora que está sin su mejor delantero (Berry Powel), tan determinante en el campo como “marchoso” fuera de él. Por tanto, a poco que Las Palmas no dé facilidades mañana en defensa, no tendríamos por qué pensar en remontar, como ocurrió ante el Guadalajara. Ellos tienen ansiedad, nosotros no. Aprovechémoslo.


Y es que la clave del encuentro la tiene Las Palmas. Si los de Juan Manuel Rodríguez deciden tener el balón, jugarlo con criterio y buscar la puerta contraria sin confiarse, creo que disfrutaremos mucho mañana a pesar del frío. Por el contrario, si volvemos a la mediocridad de los tres últimos partidos, le estaremos dando vida al rival y Dios sabe qué puede pasar.

De lo único que estoy convencido para mañana es que no debemos dejarnos llevar por las encuestas ni por las críticas. Al equipo hay que apoyarlo siempre. Es como un hijo, se le quiere aunque te dé disgustos. Y se le reprende cuando hace algo mal. Pero en el campo, cuando hay un rival enfrente y tres puntos en juego, hay que ir a muerte con él. Tiempo habrá después para lo que sea.

jueves, 16 de febrero de 2012

Las cosas ya no pueden ser como antes


Prefiero hablar de fútbol, pero la noticia del momento es la negación por parte del Gobierno canario del pago del importe adeudado del ejercicio anterior y de la declaración de rebaja a la mitad del que había acordado para éste. No les voy a liar con números porque ya están los datos en todos los periódicos.

Yo creo que a nadie se le escapa la crisis que estamos atravesando y sufriendo todos, y que el Gobierno de Rajoy ha enviado un mensaje claro a los Gobiernos regionales de déficit cero. Este mensaje debe traer en consecuencia una serie de recortes en todos los ámbitos, y era más que previsible que en los patrocinios a clubes de fútbol también se dieran.

No voy a entrar, por no tener conocimiento suficiente para ello, en la legalidad o no de la medida. Hay un convenio de patrocinio firmado hace años y se supone que el contrato hay que cumplirlo, pero en estos tiempos vaya usted a saber. También es una obligación reflejada en un contrato el pago de una hipoteca, pero si no tenemos dinero no pagamos y perdemos la casa. ¿Qué perdería el Gobierno en este caso? El patrocinio. Importante en otros tiempos. Ahora algo más secundario.

Otra cuestión en la que no quiero entrar es en el supuesto trato igualitario a la UD Las Palmas y al CD Tenerife. Quiero creer que existe, aunque a la primera entidad le haya llegado ya la comunicación oficial y a la segunda no. Ni quiero tan siquiera plantearme que con el CD Tenerife haya otras acciones que desconozcamos que eviten el impacto brutal de esta decisión. Prefiero no saberlo.

Lo que sí sé es que han llegado las vacas flacas a la UD Las Palmas. Después de una época de cierta estabilidad económica, la furia de la crisis azota con fuerza la casa amarilla, y desde Pío XII, al tiempo que tratan de hablar con Paulino Rivero y piensan si emprender acciones legales, debe llegar alguien con capacidad de reducción drástica de gastos, en mimetismo con el resto de corporaciones. Ya que no va a entrar dinero, frenemos la salida del mismo.

Así, se me antoja una buena idea empezar a plantearse la subsistencia de determinados ámbitos del club y de algunas prácticas heredadas del pasado que suponen una losa en tiempos de penuria financiera. Serán decisiones duras, en algún caso traumáticas, pero alguien ya debería estar pensando si el coste de mantenimiento de la web del club se puede disminuir, si la radio oficial es rentable o deja pérdidas, lo mismo de las tiendas oficiales, si se pueden eliminar determinadas jefaturas, tanto en lo deportivo como en lo administrativo, la reducción de jornada y salario de algunos empleados, la unión de funciones para eliminar puestos, etc. Y, por supuesto, negociación a la baja de contratos y mucha política de cantera. Hay que apretarse el cinturón y empezar a pensar que las cosas ya no pueden ser como antes.

miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Hay plantilla para más?


Ante el debate suscitado (no sé con qué oscuro interés) sobre si el entrenador de la U.D. Las Palmas debería seguir en el banquillo amarillo, es necesaria y obligatoria una reflexión sobre el objetivo marcado a principios de temporada y ver si se está en vías de consecución. Ya he comentado estos días atrás que es un hecho cierto e irrebatible que a día de hoy Las Palmas va camino de lograr ese objetivo. Con mejor o peor juego, con la “colaboración” arbitral y con dos caras distintas. Pero estamos en la temporada numéricamente más tranquila a estas alturas de los últimos años.

Ni Juanito ni Kresic ni Jémez nos proporcionaron tanto colchón a estas alturas del curso. Se podría decir que Las Palmas es el alumno que aprueba de momento todas las asignaturas con un 6 cuando quizás podría sacar un 8. Los profesores saben que podrían exigirle algo más, pero no pueden expulsarle del curso ni suspenderle. Con el 6 es suficiente para pasar de curso. Aunque las notas se dan en Junio.

Ahora bien, el lunes hablaba de la ambición y del conformismo. La pregunta que yo me hago antes de exigirle al equipo que llegue al “8” es: ¿realmente tenemos plantilla para aspirar a luchar por los puestos de promoción de ascenso? Si la respuesta fuera afirmativa, si fuéramos unos convencidos de que este equipo cuenta con los jugadores adecuados para aspirar a cotas más altas, es indudable que ahora mismo estaríamos suspendidos. Nos separa el mismo abismo del cielo que del infierno. Templado. Ni frío ni calor. Para estar arriba hace falta algo más. ¿Jugar mejor? Por supuesto. ¿Otro entrenador? Probablemente. ¿Mejor plantilla? Veamos…




Barbosa para más de lo que falla, aunque a todos nos gustaría que fallara menos. Creo que es buen portero. Un año más (y no sé cuántos van) Las Palmas juega sin laterales decentes. Solamente el año pasado Jémez contó con Aythami y el chaval estuvo a un buen nivel. Luego llegaron los malos resultados y cuando llegó Juan Manuel lo mandó al banquillo primero y a la grada después. Y para empezar la temporada, la grave lesión de la que se recupera favorablemente. Es evidente que Pignol, Corrales y Ruymán no son los laterales que necesita un equipo con aspiraciones de ascenso.

En el centro de la defensa la cosa no pinta mucho mejor. David García, maltratado por las lesiones, es el más regular. Creo que a Juanpe hay que darle confianza, oportunidades y partidos. Pero Herner y Laguardia, en mi opinión, no son tampoco defensas comparables con los de los equipos que luchan en la zona alta. En el centro del campo tenemos a David González para crear y a Javi Castellano para destruir. El resto (Vicente y Francis) no creo que estén tampoco en el nivel deseado de un aspirante a todo.

En las bandas, más de lo mismo: Vitolo no es ni de lejos el que nos deslumbró en los albores del pasado ejercicio. Ya no desborda ni al juez de línea. Sergio tiene el pecado capital de su cabeza. Cuando anda bien es desequilibrante y un puñal por la derecha (lo vimos en la recta final de la temporada pasada). Pero así casi nunca está, por desgracia. Roque está por hacer. Yo creo que llegará, pero aún le falta. Y del resto, ni Pedro Vega ni Randy son jugadores para llegar al “8”.

Y ya arriba, tenemos que esperar a que Momo alcance el estado de forma adecuado para saber si es el que todos esperamos. Mientras tanto, quitando a Viera (sobran comentarios), que alguien me convenza de que Portillo, Guerrero y Quiroga son los delanteros que todos deseamos para nuestro equipo.

Visto lo visto, lo mejor será que salvemos la categoría cuanto antes. Que me sigan llamando mediocre y conformista. Yo prefiero creer que soy realista, resultadista y sobre todo amarillo, muy amarillo.

martes, 14 de febrero de 2012

Nos va la marcha y sufrir


Aún me invade la mezcla de asombro e indignación al enterarme que un periódico ha lanzado una encuesta a sus lectores internautas sobre “qué debería hacer la directiva de la UD con Juan Manuel Rodríguez”. Y dan las siguientes opciones de respuesta:

- Ofrecerle la renovación
- Darle un ultimátum
- Apoyarle públicamente
- Esperar a que se logre la salvación para decidir
- Destituirlo
- NS/NC

Una vez me recupero de la perplejidad, entro en la web y voto, y mi sorpresa es mayor aún si cabe cuando veo que en los resultados hasta ese momento la opción mayoritaria (un 52% de los votos) es destituir al entrenador. Una de dos: o nos hemos vuelto todos locos, o alguno que yo me sé que sueña con quitarse a Juan Manuel Rodríguez de en medio ha puesto a votar a toda su familia.

¿Qué pensarán en Tarragona, en Huesca, en Girona, en Cartagena… donde han tenido que cambiar de entrenador y aun así siguen enterrados en la clasificación? A veces pienso que en esta isla no se puede vivir tranquilo. Nos va la marcha y sufrir. Para un año que vemos el pozo a distancia y podemos vivir tranquilos, ahora resulta que muchos piden la cabeza del entrenador. Respetable, pero para mi corto cerebro difícil de entender.

La encuesta del periódico, y la publicación de su resultado anunciada para el próximo domingo (día en que Las Palmas se enfrenta nada menos que al colista), no hace otra cosa que encender una mecha que puede hacer explotar a una afición que irá al estadio consciente de que hay una fuerza mayoritaria que quiere otro entrenador. A poco que las cosas se tuerzan empezarán los pitidos. Eso en mi pueblo se llama desestabilizar.

Como si no tuviera suficiente Rodríguez con la inestabilidad y falta de apoyo dentro del club como para encima encontrarse esto. ¿No gusta el juego del equipo? A mi tampoco. Ni el del Madrid, no te fastidia. Pero es momento de vivir un año tranquilos, sin apuros. Estamos en el camino. Los números están ahí. Habrá tiempo a final de temporada de valorar si se debe dar continuidad a este estilo o cambiarlo por otro más vistoso y ya veremos si más efectivo. Pero ahora… dejémosle trabajar…

lunes, 13 de febrero de 2012

De la ambición al conformismo


En la vida es bueno ser ambicioso y aspirar siempre a llegar al máximo… hasta cierto punto. A más de uno esta crisis no le hubiera castigado con tanta dureza si hubiera sabido conformarse con menos. ¿Es de mediocres ser conformistas? Para los ambiciosos sí. Para un reducido grupo de estudiosos, puede llegar a ser incluso inteligente. Porque no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita.

Todo esto viene por los debates que se leen y se escuchan estos días en relación al “fútbol” que despliega Las Palmas y a la lucha de sensaciones encontradas tales como “podríamos estar más arriba en la clasificación” y “hacía mucho que no estábamos tan desahogados a estas alturas de campeonato”.

Pero la cuestión, lo que nos atormenta a los amantes del color amarillo y azul, es si este equipo podría jugar mejor y estar más arriba en la tabla. Dos cuestiones para las que hay diversidad de opiniones y no todas coincidentes.

Jugar mejor… siempre se puede jugar mejor. Todo es mejorable en la vida, y cómo no, el juego de un equipo de Segunda División debe serlo. Las Palmas la temporada pasada nos brindó un arranque brillante con buen fútbol y resultados. Posteriormente, cayeron en primer lugar los resultados y después el buen fútbol, hasta llegar al pozo del descenso tras muchísimas jornadas sin ganar un solo partido. Todos nos preguntamos cómo un mismo equipo podía dar dos caras tan distintas en tan poco tiempo.

Los números dieron con los huesos de Paco Jémez en la calle y con la llegada “milagrosa” de Juan Manuel Rodríguez. Nada -o casi nada- cambió el equipo con la llegada del míster: una mayor solidez defensiva (traducida en balonazos sin contemplaciones y en no perder balones peligrosos en la zona ancha) y poco más. Pero a esas alturas a nadie le importaba el juego. Era tanta la ansiedad que nos había creado la situación en la que nos dejó el cordobés, que todos queríamos ganar los 3 puntos para salir del pozo sin importarnos la forma. Y se hizo el milagro. Salvados por la campana y algún otro condicionante más, Las Palmas salvó la categoría y revertió una situación que había tomado tintes de drama. Pasamos de la ambición de las primeras jornadas al conformismo de las últimas.

El mejor síntoma de que la cosa marcha “bien” este año es que nuestra mayor preocupación es el juego del equipo. Vemos un buen partido por cada cuatro o cinco malos. Si bien es cierto que el equipo no estaba jugando especialmente mal en Alcoy en el segundo tiempo hasta la expulsión de Pignol, hay que decir que el Guadalajara nos dio un repaso, el Alcorcón otro, el Sabadell otro… Queremos estar más arriba, optar a puestos de promoción. Eso es bueno. La ambición, como decía al principio, no es mala siempre y cuando te la puedas permitir.

A todos nos sabe a poco haber hecho buenos partidos ante Valladolid, Deportivo o los dos filiales. Todos queremos, aparte de la comodidad clasificatoria, una mejor imagen del equipo (especialmente lejos de Gran Canaria). “Todos queremos más”, como dice la canción. Pero yo, de momento, me apunto a la mediocridad del conformista. Los 50 puntos siguen siendo mi objetivo. Será porque pienso que no tenemos plantilla para mucho más.

Si los números algún día dejan de ser un aval (cosa que no deseo), hablaremos. Ya se encargarán algunos dentro y fuera del club de cumplir su deseo de fusilar al entrenador.

sábado, 11 de febrero de 2012

La historia se repite: jugamos mal, nos pitan peor... y perdemos


Las Palmas prolonga su mala racha de resultados fuera de Gran Canaria y ha vuelto a caer, esta vez en El Collao ante el Alcoyano en un partido discreto en el que fue a más en su juego hasta que el colegiado decidió expulsar a Pignol por doble amarilla. A partir de ahí, dos goles en diez minutos y partido sentenciado.

El inicio del partido no fue muy esperanzador, con una Unión Deportiva que abusaba en exceso del patadón y no se acercaba con un mínimo peligro al área local. Dos oportunidades de los locales fueron desbaratadas por un acertado Barbosa, protegido por una defensa en esos momentos contundente y segura.

A medida que avanzaba el primer tiempo, Las Palmas fue tomando el dominio del balón, sin mucho juego, pero con más presencia en campo rival. En los últimos quince minutos, antes del descanso, llegaron los primeros remates a puerta canarios: Juanpe a la salida de un corner disparó pero el balón lo sacó un defensa de forma milagrosa cuando ya se colaba. El rechace lo mandó a la grada Corrales. Y posteriormente una falta lejana lanzada por Dani Castellano la atrapó en dos tiempo Maestro.

Al descanso el resultado parecía justo. No se había jugado bien, pero las imprecisiones se habían repartido por igual.

La segunda parte empezó con susto. El balón rondó la portería de Las Palmas, pero Barbosa se encargó de solventar el peligro. A partir de ahí, el dominio y las oportunidades fueron de Las Palmas. Juanpe estrelló un cabezazo en el larguero a la salida de un corner. Luego Vicente Gómez remató fuera con todo para él un buen centro de Corrales desde la izquierda. Las Palmas juagaba mejor y rondaba el gol.

Entonces llegó la expulsión de Pignol. En la primera parte, casi al inicio, había visto una amarilla por darle supuestamente al balón con el brazo (curioso, pero en la segunda parte lo hizo un jugador del Alcoyano y el árbitro sólo señaló la falta). Y en el minuto 59, Pignol agarra levemente a un rival en el desborde, a pesar de que venía Roque (buen partido el suyo) en la ayuda defensiva. Dos tarjetas muy rigurosas, no medidas con el mismo rasero que las entradas sufridas de los jugadores contrarios (especialmente Aloisio, que se fue del partido sin ser amonestado después de sendas tarascadas a Vitolo y a Javi Guerrero).

Lo cierto es que al minuto siguiente se adelanta el Alcoyano aprovechando un fallo de Barbosa (hasta el momento impecable), y el partido se pone cuesta arriba con un hombre menos y debiendo remontar. Y apenas nueve minutos más tarde cae el segundo gol en una buena jugada por la derecha. Las Palmas por aquel entonces ya había perdido el control, el dominio y las llegadas.

La entrada de Quiroga, el debut de Momo y la posterior aparición de Sergio fueron inútiles, y sólo contribuyeron a una serie de acercamientos al área alcoyana sin apenas peligro para Maestro.

Independientemente del mal juego del equipo, la expulsión de Pignol marcó un antes y un después en el partido, y a buen seguro que el resultado hubiera sido otro de no haberse producido porque Las Palmas estaba yendo a más y estaba siendo superior al Alcoyano. De nada sirve lamentarse. A corregir errores y a seguir aguantando arbitrajes de este tipo.

viernes, 10 de febrero de 2012

5 Razones para ganar en Alcoy


¿Hacen falta razones para ganar un partido de fútbol? Yo creo que quien ha jugado alguna vez a cualquier deporte o competición lo ha hecho para ganar (aparte de para “participar y divertirse”…). Hasta los partidos que echábamos en el parque, en los que las porterías eran los bancos, se convertían en luchas encarnizadas por la victoria. Y eso que jugábamos entre amigos…

Pues bien, a pesar de todo esto, en el fútbol se ha colado un virus llamado “conformismo” que se ha apoderado de algunos clubes y muchos entrenadores. Mal bicho. Y peor desde que la victoria suma el triple de puntos que el empate. La frase favorita de los afectados por esta enfermedad es “sumar siempre es importante”. Y yo añadiría que “de acuerdo, pero sumar un punto en todos los partidos te lleva al descenso de categoría”. Así que: sumar sí, pero si es de tres en tres mucho mejor.

Por eso hoy voy a enumerar algunas razones para pensar en la importancia de ganar un partido como el de mañana en Alcoy:

1. SUMAR 3 PUNTOS

No hace falta explicar nada más. 3 puntos menos para llegar al objetivo, 3 puntos más lejos de 2ªB y 3 puntos más cerca de la zona alta de la clasificación.

2. ELIMINAR UN RIVAL

Teniendo en cuenta que el Alcoyano es un equipo recién ascendido que cuenta con un presupuesto incluso inferior al de la Unión Deportiva, y dada su situación en la tabla (5º por abajo), se le puede considerar un rival directo por evitar el descenso. Una victoria nos alejaría de ellos a 11 puntos y además tendríamos el gol-average a favor. O sea, que prácticamente habríamos eliminado un rival en la lucha por la permanencia.

3. GANAR CONFIANZA

El equipo (y la afición) necesita una victoria a domicilio para confiar. Confiar en que el equipo puede; confiar en que se puede sobrevivir si algún día no está Viera; confiar en que se puede aspirar a cotas algo más altas en cuanto alcancemos la permanencia matemática; confiar en que se puede ganar fuera tras 4 meses sin hacerlo.

4. ELEVAR LA ASISTENCIA AL ESTADIO DE GRAN CANARIA

La posibilidad de encadenar por primera vez en la temporada tres victorias consecutivas, y la importancia de los próximos partidos en casa, serían aliciente más para elevar la pírrica asistencia que se dio en el último partido ante el Guadalajara (apenas 9.000 almas). El equipo necesita el calor de la afición, pero se lo tiene que ganar.

5. ALEGRARNOS EL CARNAVAL

No es lo mismo disfrazarse y/o salir a divertirse un rato el sábado por lo noche si ha ganado nuestra UD. ¿O no??

jueves, 9 de febrero de 2012

Ex-amarillos por el mundo


El pasado fin de semana destacamos lo siguiente de los jugadores ex-amarillos que ya no están por aquí.

Carmelo: Con Preciados apenas había jugado este año. Llegó Tejada al banquillo del Sporting, le dio la titularidad y respondió con un gol ante Osasuna. Esperemos verle más a menudo a partir de ahora. También en el Sporting debutó Adrián Colunga este fin de semana, siguiendo su peregrinación por equipos de Primera.


Valerón: marcó su segundo gol de la temporada con el Deportivo, que además dio el triunfo al cuadro gallego en Huelva.


Marcos Márquez: marcó uno de los tres goles que el Salamanca endosó al Sestao River el pasado domingo (3-2), y acabó expulsado finalizando el partido. ¿Les suena de algo?



Destacable también el debut de Jorge Larena con el Huesca y ver a Nacho Garro y a Nauzet Pérez con el Mirandés caer en la Catedral.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Los números invitan al optimismo



Partiendo de la base que el objetivo de la permanencia se fija en los 50 puntos, y teniendo presente que Las Palmas actualmente tiene 31, me he puesto a hacer algunos números para ver la forma más rápida de lograr dicho objetivo.

19 puntos que nos quedan son 6 victorias y un empate. Las Palmas en la primera vuelta obtuvo mismo número de victorias, empates y derrotas (7), lo que demuestra una regularidad (irregular por su juego) inusual por estos lares. Si se mantiene una proporción parecida, el objetivo debería estar cumplido con algunos partidos de antelación. Simplemente cuando lleguemos a 5 victorias y 4 empates, por ejemplo.

O sea, que estamos hablando de ganar 5 partidos y, de los 14 restantes, empatar 4. Visto así, a priori, no parece difícil la empresa. Creo que hay motivos para ser optimistas. Otra cosa es ver el juego del equipo, pero ahora estamos hablando de números, de puntos contantes y sonantes.

Analicemos ahora un poco los rivales que nos quedan en casa: Nàstic, Girona, Celta, Almería, Numancia, Recreativo, Huesca, Cartagena, Hércules y Sabadell. 10 partidos de los que hay que ganar 5. Si son 6 mejor. Con eso sería suficiente. Nos quedarían todos los partidos fuera y el resto de los de casa para sacar todo lo posible.

Nos visitarán los 4 equipos que en este momento ocupan las plazas de descenso. Rivales directos que están con el agua al cuello, aunque es de esperar que alguno de ellos reaccione.

Honestamente pienso que el calendario como local de Las Palmas es muy bueno en la segunda vuelta. Hay que aprovecharlo, morder en el Gran Canaria y hacer, como sea, que los puntos se queden aquí. Será la clave del éxito.

Si quieren otro día hablamos de fútbol. Hoy sólo números. Y los números invitan al optimismo.

martes, 7 de febrero de 2012

Carlos Terrazas o cómo ser elegante en una rueda de prensa


Ya podrían aprender muchos del entrenador del Club Deportivo Guadalajara, Carlos Terrazas, que el pasado sábado llegó a la desierta sala de prensa del estadio de Gran Canaria cariacontecido, contrariado y visiblemente triste por la derrota que acababa de sufrir su equipo.

Por desgracia, nos estamos mal acostumbrando en este mundo del fútbol a ver cómo los entrenadores, una vez con más razón y otras con menos, cargan sus iras contra una actuación arbitral al término del partido. Mediáticamente no hay mejor argumento para desviar la atención de otras causas que pudieron llevar a su equipo a uno u otro resultado.

Por eso, cuando aparece un entrenador como Terrazas y evidencia decepción pero no entra en ningún momento a valorar la actuación arbitral, creo que es digno de elogio y de agradecimiento.

Porque… motivos tenía para ello: Juanpe debió ser expulsado cuando peor estaba Las Palmas, cuando Juan Manuel Rodríguez había decidido quedarse con tres atrás para jugarse el todo por el todo. Sureda Cuenca decidió, con la tarjeta en la mano (que hubiera sido la segunda amarilla para el defensor grancanario), dar media vuelta y buscar a un jugador visitante por tocar un balón con la mano en los inicios de la jugada. Que la merecía, pero que no quita que Juanpe también la mereciera. Seguramente sin el central sobre el campo no hubiera habido machada.

Luego el penalti en el minuto 90. De esos que si se quiere se pita y si no se quiere no. Por mucho que veo las imágenes, no acierto a distinguir si el defensa alcarreño tenía la mano lo suficientemente pegada al cuerpo o no. Por cómo reaccionó, me hace dudar mucho de esa jugada. Y pasados los 5 minutos de tiempo añadido, la falta que precede al gol. Sí, falta tonta, pero fuera de tiempo.

Por eso, creo que argumentos tenía más que suficiente para culpar al colegiado de la derrota, pero lejos de ello sólo supo hacer autocrítica y reconocer que en algo debieron fallar para que se les escaparan los tres puntos en un partido que tuvieron controlado mientras quisieron jugarle de tú a tú a Las Palmas. Luego lo tiraron por la borda perdiendo el tiempo y negándose a jugar.

Con un sorprendente complejo de “fútbol prehistórico”, el entrenador visitante esbozó un gesto de desagrado por el buen partido que había realizado su equipo. Si lo que vimos el sábado es prehistórico, me pregunto qué será el fútbol que generan otros equipos…. Que tenga mucha suerte el bueno de Carlos Terrazas, y que siga dando esa imagen, que gente así hace falta en el mundo futbolístico actual.


La dichosa manía de quitarse la camisa

Para el importante partido del próximo sábado ante el Alcoyano, Juan Manuel Rodríguez no podrá contar con el jugador más carismático, determinante y codiciado de la plantilla. La expulsión de Jonathan Viera el pasado sábado merece un estudio aparte.

Minuto 96. Lanzamiento de falta con la suerte que acompaña muchas veces a los grandes genios del balón. Gol, triunfo épico y algarabía. En esa explosión jubilosa, camino de la celebración con “su” afición a la que dedicaba gestos de “yo, aquí”, se despojó de la camisa. Yo no he sido jugador profesional nunca, ni a estas alturas creo que lo sea, pero ¿tan difícil es eliminar ese extraño impulso de quitarse la camisa para celebrar un gol?¿tanto pesa? Si estuviera permitido pase, pero ese “destape” cuesta una amonestación según el reglamento (que luego hablaremos de él). No sé, digo yo, que se quite una bota, los pantalones o el pendiente de la oreja. Eso sí está permitido… Lo cierto es que Sureda Cuenca, más amigo que enemigo hasta ese momento, en aplicación de la normativa le mostró la cartulina amarilla. “Qué más da, con la alegría que me acabo de llevar” pensamos todos.

Lo que no esperábamos fue lo que sucedió 30 segundos más tarde.

Minuto 97. El Guadalajara, desesperado al ver cómo se iba a ir de vacío del campo donde probablemente mejor hayan jugado en toda la temporada, saca de centro y mete un balón al flanco izquierdo por donde progresaba uno de los suyos. Allí meten la pierna con todo dos jugadores amarillos y cometen falta. Viera, que seguía la jugada, una vez había pitado el colegiado desplaza el balón, con tan mala suerte que casi impacta en el propio trencilla. Segunda amarilla y expulsión. En ese momento ya no “da igual”. Dejar al equipo con diez en la última acción del partido es un mal menor si lo comparamos con no poder contar con él para el vital partido de Alcoy.

Sí, ya sé que es joven y puede cometer estos errores. Sé también que el partido debía acabar, que los nervios y la emoción estaban a flor de piel y que un impulso de golpear el balón tras una falta se puede tener. La cuestión es: “Si no se hubiera quitado la camisa…”.

Sin embargo, y dicho esto, quiero terminar con una reflexión sobre el reglamento. No puede ser que las dos infracciones cometidas por el de La Feria el sábado tengan el mismo castigo que si hubiera hecho una entrada con los tacos por delante a la altura de la rodilla de un rival. Al propio Jonathan Viera le hemos visto salir de muchos partidos con los dos tobillos hinchados por las patadas recurrentes de quienes han intentado detener su fútbol, su arte. Esos jugadores han salido del campo inmunes. Yo creo que en este sentido valdría la pena reflexionar y buscar penalizaciones justas para cada tipo de acción. De la misma forma que pienso que si un jugador hace una entrada brusca a otro y le lesiona no debería volver a jugar hasta que el lesionado pueda hacerlo, pienso que un jugador cuyo “pecado” ha sido quitarse una camisa y desplazar un balón no puede tener el mismo castigo que el violento. Igual tarjeta roja sí, pero no suspensión de un partido… por ejemplo… Ahí lo dejo.

lunes, 6 de febrero de 2012

Entre el frío, la épica y la agonía

Era una tarde fría. En el Estadio de Gran Canaria se daban cita poco más de 9.000 valientes con la intriga de saber si verían a la UD que venció en su última comparecencia aquí, o la de la última derrota en Madrid.

Ni una cosa ni la otra. Pronto se divisó un partido de esos que llamamos “diferentes”. El rival así lo merecía. En contra del sorprendente complejo mostrado por su entrenador en la posterior rueda de prensa, el Guadalajara se alejaba de la prehistoria y jugaba un fútbol de presión y ataque, tal como mandan los cánones del fútbol actual. Solamente descuidaba una faceta, importante de cara a la eficiencia del modelo: la defensa.

Las ocasiones se sucedían de forma alterna: los alcarreños ganaban por alto todas las acciones a balón parado (algo que debe corregir, todavía a estas alturas, el entrenador); los amarillos, buscando la espalda de los centrales y aprovechando la candidez defensiva de un adversario que, a los puntos, debió irse al descanso ganando.

Caía la noche y el segundo tiempo alargó la sombra de las derrotas más dolorosas, esas que empiezan con el sabor dulce de un gol tempranero y acaban entre silbidos y algún que otro pañuelo. El único pecado que cometió el Guadalajara fue decidir, mediada la segunda mitad, dejar de producir fútbol y comenzar a perder tiempo antes el empuje, con más corazón que cabeza, de Las Palmas.

Pero, a aquellos que tres cuartos de hora más tarde teníamos la piel, la sangre y el corazón amarillo helados por el frío y por el “quiero y no puedo” mostrados por el equipo sobre el césped, a los que nos desesperamos cuando Javi Guerrero (inusual en él) perdonaba lo imperdonable, a los que empezábamos a pensar que “un empate no estaría tan mal”, se nos calentó de repente el aliento cuando el colegiado, hasta ese momento mero espectador de un partido de guante blanco, se le ocurrió señalar como penalty una mano en el área visitante. Era un hilo a la esperanza. David González lo hizo realidad, marcó y corrió a por el balón. Símbolo de ambición, de que a pesar de todo lo malo, el ansia de ganar y de dejar los tres puntos en casa podía con las fuerzas, maltrechas por ese entonces.

Y llegó la euforia final, el estallido de júbilo cuando Viera bordeó la fina línea que separa la buena de la mala suerte. Lanzamiento magistral de falta, el balón que da en el palo y se resiste a entrar. Hubiéramos muerto de rabia maldiciendo a la suerte si ese balón no hubiera encontrado la espalda de Saizar para convertir la suerte en buena y el estadio en una fiesta jubilosa por un triunfo forjado desde la ambición y las ganas… pero nunca desde el fútbol ni la superioridad sobre el rival.