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viernes, 30 de marzo de 2012

A Valladolid sin complejos


A estas alturas de la temporada, y con todo lo bueno y lo malo vivido al lado de este equipo, a nadie se le escapa que la clave para que el sábado veamos un buen partido de fútbol en el estadio José Zorrilla la tiene Juan Manuel Rodríguez. De los hombres que elija para la partida, de la disposición táctica del equipo y de las instrucciones dadas a los jugadores dependerá la versión que veamos de la Unión Deportiva.

Por supuesto, todos queremos la mejor versión, la que hemos disfrutado en los últimos partidos y que nos ha llevado a ilusionarnos con logros más allá de la permanencia. Pero el rival es de envergadura. Por historia, por plantilla, por juego… y por números. Tan sólo cinco derrotas esta temporada, una de ellas aquí. De aquel partido guardo para el recuerdo la jugada del gol (pillería de David González y Jonathan Viera en el saque de una falta) y el baño de fútbol que nos dio el Valladolid.

Jonathan Viera y David González planean el gol de la victoria

Nos esperan en Pucela un porterazo como Jaime (ex del Elche), el menos goleado de la categoría, tres jugadores “de Primera” en el centro del campo como son Óscar, Víctor Pérez y Sisi, y un goleador como Javi Guerra. Como mínimo para respetar, pero a pesar de esto Las Palmas debe acudir a Valladolid sin complejos, con el objetivo de demostrarnos a todos que en el arte puro de jugar al fútbol no desmerecen a nadie.

Mención aparte en el Real Valladolid tiene Nauzet Alemán. Por todos es conocido su deseo de volver a Las Palmas en cuanto acabe su contrato. Lo que ha salido publicado esta semana sobra en todos los sentidos. No le hace un favor ni al jugador ni a ambos clubes. El equipo pucelano está además castigado por la situación económica a pesar de la buena marcha deportiva. No podrá evitar su marcha, y el de Las Mesas seguirá los pasos de Momo rumbo a la isla cuando acabe el ejercicio.

David y Nauzet en el último partido disputado en Valladolid

En cuanto al partido, es posible que Juan Manuel repita alineación por tercera vez. Algo inédito esta temporada. Cualquier cambio no forzado podría significar adaptación de planes al rival. Y no es que no lo merezca el equipo blanquivioleta, pero cuando tienes un estilo propio de juego es preferible que sea el rival quien se tenga que adaptar.

La lección aprendida del empate frente al Almería es que, independientemente del resultado, la afición estará con el equipo si se juega con ambición. Conseguida virtualmente la permanencia, ahora hay mucho que ganar y poco que perder. Es el momento de disfrutar, y campos como ese pueden ser la catapulta definitiva hacia retos mayores.

Y por si ya el partido en sí fuera poco, el árbitro será Pino Zamorano. Puede pasar cualquier cosa, pero cuanto más tengamos el balón menos nos expondremos a sus impulsos. Otra razón para prolongar estilo, presión, orden y posesión. Eso sí, no se pueden cometer errores como en el último partido porque no nos van a perdonar. Para errores ya tenemos al trencilla. Con eso debería ser suficiente.

lunes, 26 de marzo de 2012

La mejor UD sin el mejor Viera


Jonathan Viera es sin duda el jugador amarillo con mayor proyección nacional para los próximos años. Un acuerdo (o algo más) presumiblemente con el Valencia nos impedirá seguir disfrutando de su fútbol vestido de amarillo a partir del verano. Eso sí, esperemos que Las Palmas obtenga el mayor beneficio económico posible de la operación, y que el salto le suponga al jugador una carrera llena de éxitos siguiendo la estela de los Silva, Valerón, Ángel Sánchez, Rubén Castro y demás grancanarios que brillan en el firmamento futbolístico nacional e internacional.

Desde el principio de temporada ha sido la gran referencia del juego de ataque amarillo. El hombre que ha marcado las diferencias en muchos partidos con goles decisivos y actuaciones para el recuerdo. Su habilidad, su capacidad de desborde y su pegada le han convertido en un jugador decisivo en el esquema de Juan Manuel Rodríguez.


Sin embargo, en las últimas jornadas la estrella de Jonathan Viera se ha apagado un poco. Todo fue a raíz del partido de Córdoba, aquél en que se pasó 90 minutos corriendo sin apenas tocar el balón y que finalizó con el amago de cabezazo a un rival que le costó la expulsión, la suspensión de un partido y el arrepentimiento público.

A partir de entonces no hemos vuelto a ver al mismo Viera. Y fue casi a partir de entonces cuando Las Palmas ha iniciado una mejoría ostensible en su juego. 10 puntos de 12 posibles y un fútbol más vivo, diferente, de ataque, aplaudido por seguidores y detractores. Una racha que ha provocado la mejor asistencia de la temporada al estadio y que todos soñemos con la promoción de ascenso.

En estos cuatro partidos Viera apenas ha aparecido. En el primero por sanción, y en el resto porque no ha estado al nivel que nos tenía acostumbrados. Bien es cierto que su pequeña figura siempre impone a los rivales, y que calidad no le ha faltado incluso no estando bien (por ejemplo, la pared a Vitolo en el tercer gol ante el Celta). De hecho para Juan Manuel, como para cualquier entrenador cabal, debe ser titular indiscutible a pesar de todo.


Pero no deja de ser curioso que, en el momento en el que la Unión Deportiva por fin ha comenzado a jugar al fútbol como debería haberlo hecho hace tiempo, cuando el balón se juega y se conduce con mayor criterio, cuando desaparece el patadón que tanto le perjudica, la pequeña gran estrella amarilla haya entrado en un pequeño bache del que estamos seguro de que saldrá pronto.

Además, y para mayor misterio, este hecho ha coincidido también con su vuelta a la posición natural, desde la que crea mayor peligro. El entrenador le ha sacado de la banda izquierda tras la llegada de Momo para meterlo en la media punta, ese lugar donde todos hemos querido verle siempre, donde más rinde, con libertad de movimientos aunque él luego tienda a escorarse a la izquierda por su propia naturaleza.

Por el camino ha perdido la condición de máximo goleador del equipo, pero todos queremos y sabemos que pronto volverá a aparecer y a brillar con luz propia el Viera genial, electrizante y goleador que lleva dentro. El equipo, con su juego, le está invitando a ello. Y qué mejor lugar para reencontrarse a sí mismo que en Valladolid. Ojalá sea así.

sábado, 24 de marzo de 2012

El Almería "escapa loco"


La Unión Deportiva Las Palmas cosechó un inmerecido empate a 2 ante un Almería que mostró una gran fortaleza defensiva y que aprovechó dos errores defensivos para sacar petróleo gracias a que cuenta con un delantero en estado de gracia llamado Ulloa. Hubo que remontar por dos veces un marcador adverso, pero el equipo volvió a dejar buen sabor de boca ante la mejor entrada de la temporada en el estadio de Gran Canaria.


Juan Manuel Rodríguez repitió el once titular que había ganado al Celta siete días antes. Los argumentos eran los mismos, y el juego amarillo se volvió a basar en una fuerte presión en el centro del campo y juego de toque y vertical en la recuperación. Pero en esta ocasión el Almería no quiso el balón. Lucas Alcaraz había planteado el partido para ser ellos los que presionaran cerrando filas con orden en torno a su portero y buscando sorprender a la contra. No por esperado, menos eficiente.

Con esta base el partido no podía ser el mismo, y lo cierto es que la primera mitad transcurrió mayoritariamente en el centro del campo sin ver apenas ocasiones de gol. Las Palmas se fue haciendo poco a poco con el dominio del balón, pero no encontraba huecos en la nutrida tela de araña tejida por el Almería. Un remate de Ruymán y otro lejano de Viera, junto con un cabezazo de Herner a la salida de un corner fue todo lo destacable en ataque en ese periodo. Por su parte, el Almería apenas inquietaba a Barbosa.

Todas las emociones estaban reservadas para la segunda mitad. Peor no pudo empezar. Barbosa se empeñó en repetir lo de Córdoba: balón sacado con precipitación y regalado al contrario (cierto es que se resbaló), entrada sobre la marcha por la izquierda y remate de cabeza de Ulloa para hacer el 0-1. Apenas dos minutos del segundo tiempo y el Almería se ponía por delante en el marcador con la ley del mínimo esfuerzo y el olfato depredador del máximo goleador de la categoría.

A partir de ese momento sólo existió un equipo sobre el césped del Gran Canaria. La Unión Deportiva puso cerco al marco de Esteban, y las ocasiones empezaron a llegar en cascada. Javi Guerrero estuvo a punto de lograr el empate y poco después Ruymán también. No hubo suerte. Juan Manuel reaccionó y dio entrada a Quiroga por Diego Herner. Se jugaba el todo por el todo con 35 minutos por delante.

Y de tanto dominar y llegar, se obtuvo el justo premio con otro gol de Javi Guerrero, que compensa con su olfato la falta de velocidad en el vertiginoso juego amarillo. El centro fue de un inconmensurable (una vez más) Javi Castellano. Éxtasis en la grada y Las Palmas se volcó aún más en busca de la remontada. En cinco minutos de locura, Momo, Viera y Castellano tuvieron el 2-1. Pero hoy la Virgen del Pino no estaba de nuestro lado.


Mientras David González estaba fuera curándose unos tacos clavados en su rodilla, un balón lanzado en largo, cómo no a la contra, que luchó y ganó Goythom ante Ruymán, finaliza en un centro manso que debía despejar David García o atrapar Barbosa. Ni una cosa ni la otra. Indecisión entre los dos y Ulloa, que pasaba por allí, volvió a adelantar a su equipo.

Nadie podía creer que con tan poco el Almería volviera a cobrar ventaja. Otra vez arreció el fútbol amarillo sobre la portería de Esteban. Las oportunidades de Viera y de Vitolo fueron el preámbulo de un nuevo empate, cuando David García remató uno delos 17 corners a favor y devolvió el delirio a los 13.600 espectadores que se habían dado cita en Siete Palmas.

Entonces el entrenador canario no quiso más sorpresas y apuntaló la defensa metiendo a Laguardia por Momo. El cambio de Portillo por Guerrero dio algo más de frescura y movilidad al ataque, pero este Almería es experto en el arte de defender. Paró el partido, perdió algo de tiempo y enfrió los brios amarillos. Esta vez no hubo milagro en el descuento, pero el público despidió a su equipo con una gran ovación por el esfuerzo, el juego y las ganas que puso. Y porque no quedó nadie en el estadio que no pensara que el empate hacía méritos al juego canario. Esta vez no pudo ser.

Se suma un punto para llegar a los 44 y se encadena el cuarto partido sin perder. El Almería “escapó loco”, pero Las Palmas tiene sello propio, fue superior, y jugando de esta forma aún nos quedan muchas alegría por celebrar. Próxima parada, Valladolid.

viernes, 23 de marzo de 2012

Que pase el siguiente


Los números que arroja la Unión Deportiva Las Palmas en 2012 como local son demoledores: 5 partidos, 5 victorias y 13 goles a favor. Si aparte de los números atendemos al juego desplegado por el equipo, vemos una clara línea ascendente. Por tanto, y aunque se debe respetar siempre al rival, el Almería tiene motivos más que sobrados para venir a la isla consciente de lo difícil que se ha hecho ”pescar” algo en aguas canarias. Sin embargo este equipo, con tan solo 5 serrotas en 29 jornadas, es un buen pescador de puntos.

Nada tiene que ver este nuevo visitante con el anterior. Mucho más correoso, con menos espacios y mayor presión. Eso sí, con menos fútbol. A Lucas Alcaraz todos le conocemos. La situación que ocupa en la tabla y su forma de entender el fútbol da pie a pensar que traerá un planteamiento basado en impedir el juego canario y un descarado flirteo con el empate. Por suerte no viene Soriano, uno de los grandes especialistas de la categoría en ese centro del campo batallador que suele utilizar el técnico visitante. Sin embargo, trae como munición al máximo artillero de Segunda, el argentino Ulloa, y una extensa variedad de jugadas de estrategia a balón parado. En la mayoría de los casos han sido suficientes argumentos para encarrilar victorias y mantenerse arriba.

Los dos entrenadores en el partido de la primera vuelta

Juan Manuel se equivocaría si, asfixiado por la presión del rival, decidiera optar por el fútbol directo y balones a Quiroga si avanza el partido y no nos va bien. La defensa almeriense no flaquea en ese arte. Precisamente a este equipo se le gana desde la calidad. Pero hay que tener paciencia, y sobre todo buen toque. Las subidas de los laterales me siguen pareciendo fundamentales. Y las pérdidas de balón en el centro del campo no deben existir porque no nos perdonarán. Siempre es importante adelantarse en el marcador, pero en este caso puede ser determinante.

Después de mucho tiempo, hay ‘overbooking’ en el centro de la defensa amarilla. El nivel mostrado por los cuatro candidatos abre una quiniela incierta para esas dos posiciones. No sería descartable que el entrenador decidiera apostar por el dúo David García - Laguardia. Tampoco se merecería la suplencia Juanpe. El resto del equipo será el mismo que salió de inicio ante el Celta, una vez superado el susto dado por Vitolo esta semana.

Aunque todos deberíamos emular la sensatez mostrada por el técnico grancanario esta semana cuando habla de ir “partido a partido”, a nadie se le escapa que hace apenas un mes el Almería aventajaba a Las Palmas en 14 puntos. El sábado nos podemos quedar a 4. Y doce jornadas por disputar.

La cuarta victoria consecutiva, la imbatibilidad en casa en este año, el juego del equipo, la presentación definitiva de la candidatura al play-off de ascenso a Primera, la presencia de un rival complicado, la ausencia de frío en Siete Palmas, el partido no se retransmite por televisión... Hay razones de sobra para estar el sábado en el estadio animando al equipo. Se va a registrar la mejor entrada de la temporada. Esperemos que ese record se vaya batiendo en jornadas posteriores. Será un buen síntoma. Que pase el siguiente.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El asesor... ¿revulsivo?


Miro la clasificación de Segunda a cada momento, como el soldado que mira la foto de su novia en plena guerra y sueña con volver a acariciarla algún día. Veo al Almería y al Córdoba con 50 puntos. Nos queda un largo camino.

Trato de alejar mi mente de pensamientos críticos, de preguntas con respuesta dolorosa como por qué no jugamos así desde el principio, y me propongo dar rienda suelta al sueño de continuar lo que estamos viviendo ahora. Cuando tu equipo juega bien y gana, cuando te da argumentos para enamorarte y creer en él, todo se ve de manera diferente.

En el transcurso de mis pensamientos surge otra pregunta: ¿qué ha pasado?¿por qué este cambio? Este regalo, tan bonito como inesperado, no puede ser fruto de la casualidad. Entonces me retrotraigo y busco momentos recientes. El cambio se produjo antes del partido del Murcia. La semana anterior, el “asesor presidencial” aparecía en el Canarias 7 afirmando que teníamos equipo para jugar mejor y estar más arriba. ¿Premonitorio?

No me gustó su declaración pública, cual aficionado frustrado. Alguien, además, que estando al mando del equipo evidenció en dos ocasiones unas carencias que le impedirían opinar de esa forma si tuviera un poco de respeto por el trabajo de un compañero. Pero ¿tenía razón Juanito con su rajada?¿Hasta qué punto esa manifestación carente de apoyo ha supuesto un punto de inflexión en la actitud de técnico y jugadores?

Lo cierto es que después de eso han venido tres triunfos consecutivos. De 34 puntos hemos pasado a 43. Todo se ha dado la vuelta. El equipo ha sido otro y le está dando la razón a quien decía que podíamos aspirar a cotas más altas. Argumentos deportivos no tenemos. Ni la llegada de Momo ni la explosión de Vitolo se pueden considerar clave aunque sí una gran ayuda.

Y es que por más que me esfuerzo en buscar otras razones que expliquen esta transformación no encuentro otra. O quizás es que me resisto a admitir que Juan Manuel Rodríguez ha rectificado, que ha tardado 27 jornadas en reconocer que el patadón está reñido con la calidad que atesora este equipo.

Hemos pasado de regalar el balón al rival y esperar agazapados atrás a presionar con orden y sacrificio para recuperarlo y jugarlo con criterio, profundidad y buen toque. Más vale tarde que nunca. Aunque la palabra ‘tarde’ implique que ahora no podamos permitirnos ningún fallo si queremos prolongar el sueño. No podemos flaquear. Todos estamos convencidos de que ésta es la línea, de que jugando así va a ser muy difícil que tropecemos. Y si lo hacemos, saldremos airosos porque el fútbol siempre es agradecido con quien lo hace grande. Pero si se tuerce mucho la cosa siempre podremos volver a llamar al "asesor" y que raje un poquito más, por si esa ha sido la verdadera razón del cambio.

sábado, 17 de marzo de 2012

Las Palmas ya enamora


Las Palmas ha vuelto a ganar y encadena su tercer triunfo consecutivo para ganar creyentes. Hoy ha derrotado sin contemplaciones a uno de los mejores equipos de la categoría y de cuantos han pasado este curso por aquí, y ha cortado la racha triunfal del Celta. Los hombres de Paco Herrera han mordido el polvo (y no lo digo por la calima) sobre el césped del estadio de Gran Canaria, ante una Unión Deportiva Las Palmas que ha vuelto a regalarnos su mejor versión, esa que llevábamos media temporada esperando.

La alineación que dispuso Juan Manuel Rodríguez era la esperada. Y el juego que exhibió el equipo amarillo fue el deseado, el lógico cuando eres consciente de tu potencial y lo explotas. Para ganar a este Celta había que atacar muy bien y defender mejor. Los primeros 20 minutos de partido fueron un prodigio de presión en todas las líneas y de fútbol rápido y directo con el balón en su poder. El Celta se asfixiaba y no encontraba su sitio en un centro del campo donde reinaban David González y sus tres escuderos "jugones".

La lentitud desesperante de Javi Guerrero desentonaba en una sinfonía de juego vistoso y elegante, y al tiempo solidario y férreo. Sin embargo, el olfato es lo último que pierden estos viejos goleadores y aprovechó para rematar a placer una excelente combinación entre Vitolo y Pignol. Antes ya había avisado Jonathan Viera en dos ocasiones. Al Celta ni se le veía.


A raíz del gol Las Palmas siguió buscando el balón y tratándolo como se merece, pero las fuerzas se igualaron y el Celta empezó a crecer a través de una mayor posesión del balón. Los amarillos se replegaban con orden, evitando que el cuadro vigués fuera capaz ni tan siquiera de rematar en condiciones sobre el marco de Barbosa. El único que lo hizo en la primera parte fue De Lucas, pero la falta se la marchó arriba. Era el minuto 40. Insólito.

Antes del descanso llegó un aviso de Ruymán pero su centro esta vez no encontró a nadie. Justo después, una falta inexistente sobre Vitolo permitió a Momo conseguir su primer tanto en este reencuentro de amarillo con la ayuda inestimable de la barrera. Suerte, euforia y descanso.

El Celta salió en la segunda parte con el empuje y el orgullo de quien se sabe superior y se ve desbordado. De Lucas tardó cuatro minutos en mandar un balón al palo. Otra vez la suerte. La réplica local llegó en las botas de Viera, que mandó al cuerpo de Sergio un sensacional pase de David González.

A los 16 minutos ya Paco Herrera había puesto toda la pólvora en el campo renovando el ataque por completo. Pero Las Palmas seguía a lo suyo. Orden, presión, velocidad en la recuperación y posesión cuando podía. El partido se jugaba de poder a poder, y llegó un intercambio de golpes que le daban aún más atractivo. Al recién entrado Quiroga se le marchó fuera por poco una dejada de Viera tras una gran jugada con Vitolo. Y poco después De Lucas mandaba su segundo balón al poste y Toni, en el rechace, también. Hoy la Virgen del Pino jugaba de amarillo.

Los minutos avanzaban, el Celta lo intentaba más por dentro que por fuera, con combinaciones que nos demostraban a todos el por qué de su clasificación y de su rumbo a Primera. Pero no era su tarde. Un remate de Toni que paró Barbosa fue el preludio del tercer gol amarillo. Galopada desde su propio campo de un pletórico Vitolo. Pared “marca de la casa” con Viera y gol. Otra vez la euforia. Otra vez gol de Vitolo (protagonista en los tres). Otra vez tres goles en casa. Y esta vez jugando mucho mejor que las anteriores. Y ante un gran equipo. Qué más podíamos pedir.

Sin embargo, el Celta sacó la raza de equipo grande para marcar como más le gusta a Las Palmas encajar los goles: a balón parado. La puso muy bien De Lucas al segundo palo y allí el ex-amarillo David Rodríguez batía de cabeza a Barbosa aprovechando el despiste en la marca de Pignol. Era el gol de la honra. Ya no daba tiempo para más.

Los 11.800 espectadores lo pasaron en grande. Las Palmas, ahora sí, enamora. Y gana. Recorta puntos con el play-off y ve el descenso lo suficientemente lejos para centrarse en prolongar esta racha de juego y de resultados rumbo a cotas más altas. El sueño se está acabando. Está cobrando vida y va camino de convertirse en realidad. Ojalá así sea.

viernes, 16 de marzo de 2012

El espectáculo está servido


El sábado nos espera uno de esos llamados “partidos del año”. Si bien éste es un término exagerado y sobreutilizado casi siempre por los medios (especialmente con Madrid y/o Barcelona como protagonistas), en este caso debemos aplicarlo a lo que nos interesa a nosotros, que es la visita del equipo más en forma del momento en Segunda División: el Celta de Vigo.

Es sin duda un partido de grandes atractivos. Se enfrenta un equipo que ha ganado sus tres últimos desplazamientos, encajando un solo gol, a uno que ha ganado en casa sus tres últimos partidos. El equipo vigués es el mejor equipo de la categoría fuera de su estadio. Los canarios, uno de los mejores como locales.

Viene un equipo histórico que este año destila aroma a Primera División por los cuatro costados. La próxima temporada veremos a muchos de estos jugadores enfrentarse a los Messi, Cristiano y compañía. Sólo una debacle lo impediría, pero su gran regularidad no invita a contemplar tal posibilidad. No puede ser fruto de la casualidad que hayan encadenado 13 partidos consecutivos sin perder, y los 7 últimos con victoria.

Pero se va a encontrar a una Unión Deportiva Las Palmas con la moral por las nubes, que cree (o debería creer) en sus posibilidades y en que, jugando al fútbol que saben, no hay muchos rivales capaces de frenarles. La victoria en Murcia ha sido un trampolín. Es momento de dar el salto y los jugadores lo saben. La afición lo está deseando.

Veremos sobre el césped del Gran Canaria la calidad inmensa de jugadores como Iago Aspas, Orellana y Kike De Lucas. La fortaleza de Oier o Bustos. La dinamita de David Rodríguez o, por qué no, de Mario Bermejo. Pero todos ellos se las tendrán que ver cara a cara con nuestros David González, Vitolo, Jonathan Viera… y Quiroga. Si los dos equipos decidieran jugar a lo que tan bien saben hacer, creo que veremos fútbol de Primera.

Con Juanpe sancionado y Laguardia tocado, el centro de la defensa lo compondrán David García y Herner. Pignol volverá al lateral derecho y Ruymán será intocable en el izquierdo. David González quiere y tiene que estar. Ya lo ha dicho: no quiere perderse este partido por nada del mundo. No será fácil. Paco Herrera le asignará un “guardaespaldas”. Junto a él, el polivalente y eficaz Javi Castellano. De ahí hacia delante todo debería ser calidad. Repetir el trío de Murcia sería un acierto: Momo – Viera – Vitolo. Y arriba, probablemente Javi Guerrero para dejar a Quiroga para la segunda parte.


Los medios se han unido, el club trata de apoyar (con más o menos acierto en los precios), la afición está ilusionada. Hasta las televisiones lo han detectado: lo verán, aparte de Galicia y Canarias, en el Pais Vasco, en Madrid y en Asturias. El partido lo merece; el examen es de órdago; el rival, de los exigentes. Si ganan los gallegos ya nadie les parará. Si ganan los canarios, quién sabe hasta dónde llegarán.

Yo no sé ustedes, pero yo no me lo pienso perder. Y en directo, en el estadio, mucho mejor que en casa. No hay comparación. El espectáculo está servido. Es nuestra oportunidad para seguir creyendo. Tiene que ser nuestra victoria.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Es momento de apoyar


En la entrada de este blog del pasado 5 de Marzo (puedes verla aquí), analizábamos las causas por las que cada vez iba menos gente al estadio. Resumiendo, encontrábamos las siguientes:

- El equipo no ilusiona.
- Precios de abonos y entradas más caros.
- Inactividad del club para atraer público al estadio.
- Horario de los partidos.
- Rivales poco atractivos.
- No hay alicientes clasificatorios.
- Mal juego del equipo.
- Escaso apoyo de los medios (aportada por Bryan Torres en su comentario).

De un plumazo, y con un solo partido disputado desde entonces, nos hemos encontrado con que la mayoría de esas causas han desaparecido: el equipo ha jugado mejor, lo que ha generado ilusión; el club ha tenido una iniciativa sacando una oferta de “4x3”; viene un rival de los más potentes de la categoría; vemos el play-off a 8 puntos; los medios han comenzado a “vender” ilusión.

Todo en el mismo momento, y casi todo gracias al triunfo en Murcia. Lo que es el fútbol. Y lo que hace jugar un poco bien y ganar. Cómo cambia la película en un momento. El lado negativo es que, desde que volvamos a tener un desliz, volverán a renacer los motivos iniciales. Así de duro es este mundillo.

Lo cierto es que para el sábado todos esperamos una mayor afluencia al estadio de Gran Canaria. El hecho de que sea televisado restará gente con toda seguridad. En cualquier caso, y visto cómo transcurre la semana y cómo crece la ilusión, no sería descartable volver a la cifra de 12.000. A ver si entre todos lo logramos.

Si tenemos esa ilusión, si queremos que el equipo se enganche, aunque sea tan difícil, a luchar por la promoción, tenemos que ir y apoyar a muerte. Si el equipo nos devuelve buen juego y tres puntos, estoy convencido que el duelo ante el Almería supondrá el récord de asistencia de esta temporada. Algo impensable hace apenas… 7 días.

lunes, 12 de marzo de 2012

Paso a paso


De todos es conocida la costumbre generalizada que hay en el entorno del fútbol de pasar del cero al infinito en tan solo un partido, con posibilidad de volver al cero a la semana siguiente. Esta tradición, iniciada en sus tiempos por los medios de comunicación pero fielmente conservada por muchos aficionados hoy en día, traduce en sueños de gloria cualquier racha de resultados positivos de un equipo por pequeña que sea.

Hace dos semanas mirábamos hacia abajo, veíamos todos a un equipo ramplón, sin juego, sin fútbol, defensivo, incapaz de ser superior a sus rivales por muy enterrados que estuvieran en la clasificación y ganando sólo los partidos de casa sin merecerlo y sobre la bocina. Una corriente negativa circulaba por las redes y medios, donde se cuestionaba al entrenador y a la plantilla.

De repente, el equipo muestra mejoría en el juego y gana en Murcia después de cinco meses de sequía visitante, y es capaz de despertar ciertos instintos. Esos que nos hacen exaltarnos y elevar nuestras expectativas de forma automática cual resorte. Si encima se ve el descenso a 14 puntos y el play-off a 8, el efecto es multiplicador. Ya nadie recuerda el mal juego, la plantilla, los planteamientos, lo mal que defendemos a balón parado ni los arbitrajes sospechosos. Ahora sólo vemos la posibilidad de alcanzar los puestos de promoción. A por la proeza, sí, pero con cabeza.

A nadie le cabe duda que una recta final de temporada brillante nos daría muchas opciones de alcanzar la sexta plaza. Además, el equipo habría adquirido una velocidad y un estado de ánimo que jugarían a nuestro favor en las eliminatorias de ascenso.

Pero antes de enfrascarnos en una cruzada que podría dejar más frustración que felicidad, hagamos algunos números: se han disputado ya 28 partidos de Liga. Justo dos tercios de la misma (14+14+14). En ese periodo Las Palmas ha logrado 40 puntos. Una sencilla regla de tres nos lleva a que, si se sigue con la misma velocidad en la obtención de puntos, a final de temporada tendríamos 60. Con 60 puntos no vamos a ninguna parte.

La última plaza que da acceso al play-off la ocupa hoy el Hércules con 48 puntos. Haciendo el mismo ejercicio que hemos hecho para los amarillos, sería lógico pensar que esa sexta plaza se conseguirá con unos 72 puntos aproximadamente. Va a estar mucho más cara que la temporada pasada. Por tanto, Las Palmas tendría que conseguir, en condiciones normales, 32 de los 42 puntos que quedan por disputarse. Eso significa ganar 3 de cada 4 partidos. O, desde otro punto de vista, ganar los 8 de casa y fuera ganar el menos uno y empatar el resto.

Este trayecto no permitiría apenas tropiezos, sería muy exigente. Y eso para un equipo que ha navegado toda la temporada basando su flojo concepto futbolístico en la consecución de los puntos necesarios para la salvación, parece una empresa un tanto difícil de imaginar. No podemos basarnos sólo en los destellos que ofreció Las Palmas el sábado y olvidarnos de las carencias que ha evidenciado el resto de la temporada. Debemos ser objetivos.

Si alguien a día de hoy cree que Las Palmas está en disposición de luchar por el play-off, que sepa que apenas se permitirán errores y que dependemos de los demás. Para eso hay que ir paso a paso, partido a partido, y el primer examen nos lo pondrá el Celta el sábado. Con los pies en el suelo, y sin dejar de mirar para hacia el cielo, reconozcamos que es muy probable que la ilusión nos dure poco. Puede ser una semana, pero también puede que crezca hasta límites insospechados. Si hay un momento para que haya un punto de inflexión, es éste. No habrá más oportunidades. El tiempo dirá. El sábado tendremos la primera prueba.

sábado, 10 de marzo de 2012

Querer es poder


Once partidos han tenido que pasar para que Las Palmas vuelva a conseguir una victoria lejos de Gran Canaria. Mil minutos llenos de mal juego, malos momentos, expulsiones injustas, detalles adversos, arbitrajes polémicos, imagen deplorable, lesiones inoportunas… Una vuelta entera sin ganar fuera, cinco meses de desasosiego, pero por fin en Murcia se ha roto la racha.

Juan Manuel Rodríguez es amante de los talismanes, de encasillar jugadores. Quiroga le dio resultado saliendo en la segunda parte la pasada jornada y hoy decidió repetir. Por eso en el once inicial estaban Momo y Guerrero ayudando a un gran Vitolo y a un gris Jonathan Viera por delante de la habitual pareja de medio-centros. Y también corrigió su error el entrenador amarillo dando entrada a David García en el lateral derecho.

Todavía me duelen los ojos de restregármelos al ver, durante los primeros 20 minutos de partido, cómo Las Palmas había saltado a la Nueva Condomina como hacía mucho que no lo hacía: presión arriba, subida de los laterales, salida del balón a través de David González y velocidad en el juego buscando la espalda de una pareja de centrales que recordaron recientes pasados de los amarillos.

Por eso, a los 21 minutos ya habíamos marcado un gol (otra vez Vitolo) y habíamos desaprovechado dos “mano a mano” con el portero. Guerrero la mandó a la grada y Viera le telegrafió el remate a Alberto. Un 0-3 no hubiera sorprendido a nadie en ese momento. El Murcia apenas inquietaba a Barbosa con un par de centros al área con remates defectuosos.

Entró entonces Las Palmas en una dinámica algo menos agresiva, y se fue pareciendo paulatinamente a la que teníamos todos en la retina de los partidos en Alcorcón, Alcoy y Córdoba. Barbosa decidió lanzar patadones en vez de jugarlos en corto, las imprecisiones llegaron y el Murcia recuperó el balón y los espacios. Fue entonces cuando llegó el empate y el partido cayó por completo en un fútbol gris y anodino de ambos equipos.


La segunda parte empezó como la primera, y Las Palmas avisó con un doble remate de Guerrero que atajó el portero. Tenía que llegar el segundo antes de que pasara algo. El Murcia sólo creaba peligro por su banda izquierda, donde Pedro trajo en jaque a un David García que acabó exhausto. Minutos más tarde Guerrero la volvió a tener, pero su cabezazo tras un medido centro de Vitolo se encontró de nuevo con la mano salvadora de Alberto.

Estaba claro, a esas alturas, que pasara lo que pasara, ya Las Palmas había ofrecido más que en los últimos cinco desplazamientos (igual me quedo corto). Así que sólo faltaba ese “golpe de efecto” (… o “de suerte”) que solemos tener en casa. Y para eso, la mejor receta es poner en el campo al argentino Quiroga. Así lo debió pensar Juan Manuel, que le dio entrada en el 65 y dieciséis minutos más tarde cabeceaba a la red una falta botada por David González.

Quedaban apenas diez minutos y había que tener el balón y no meterse atrás. Darle metros al Murcia hubiera sido darle vida a un equipo que apenas había dado signos de ser mejor durante todo el partido. Las Palmas supo mantener el marcador, e incluso ampliarlo si Vitolo o Roque hubieran estado más acertados, pero al final la victoria se tiñó de amarillo para sorpresa de los que no esperábamos demasiado del equipo.

Hasta Murcia hemos tenido que ir para romper con las rachas: volvemos a ganar fuera, no encajamos gol a balón parado y acabamos el partido con once. A los apostantes cobardes esta vez les salió mal la jugada. A los que no tenemos con qué apostar, Las Palmas nos ha dado una gran alegría… y motivos para soñar.

Las Palmas ha vuelto a ganar fuera. Aún no me lo creo. Fue a por la victoria y la consiguió. Querer es poder. Una lección que ya no debería olvidar nadie en lo que resta de temporada.

viernes, 9 de marzo de 2012

Las apuestas para Murcia


El Real Murcia es un caso digno de consideración por aquellos que se creen que somos mejores de lo que somos y que debemos optar a cotas mayores de las que podemos. En la temporada 2009/2010 tenían una plantilla para mantenerse y se inventaron un proyecto de ascenso que acabó con el club en 2ªB. Estaban en concurso de acreedores, y sólo el retorno inmediato les ha salvado de males mayores.

Este año, con la mala experiencia reflejada en la actitud de los aficionados, existe en la ciudad del Segura un objetivo claro y nítido de obtener la permanencia matemática en primer lugar. “Luego ya veremos”. Obviamente nadie quiere sorpresas como la de hace dos años. Por eso, su entrenador Iñaki Alonso trabaja con tranquilidad. No despliegan un fútbol brillante ni ofensivo. Tampoco nadie se lo exige. La mayor exigencia, los 50 puntos.

Así las cosas, se presenta la Unión Deportiva Las Palmas en la Nueva Condomina con la ausencia de Pignol y de Laguardia. El primero, por méritos propios. El segundo, por una inoportuna lesión en el tobillo justo cuando estábamos viendo al mejor Laguardia desde su llegada a la isla. Otro nuevo ejercicio de recomposición para Juan Manuel. Esperemos que haya aprendido de los errores cometidos en Córdoba. David García y Herner deberían ser los repuestos. Con lo mal que defendemos a balón parado, Roque no debería ser una opción válida para el lateral derecho, al menos de incio.

En el centro del campo, el dúo David-Javi parece invariable. Repetirá Vitolo y volverá Viera. Los otros dos puestos se los repartirán Guerrero (otro que regresa), Momo, Portillo, Roque, Dani, Quiroga y Artiles. Yo preferiría a los dos últimos. Pero da igual quién juegue. Al final todo dependerá de la tendencia que tenga Las Palmas a regalar el balón o a jugarlo con criterio. Esa será la clave.


Por su parte el Murcia parece que va a poder contar con Óscar Sánchez. El lateral izquierdo marcó los dos goles de su equipo ante el Valladolid en su último compromiso liguero en casa. Uno de ellos de córner. Miedo. De resto, Iñaki Alonso tiene la enfermería bastante cargada. Al conjunto pimentonero se le dan mejor los equipos que tratan de jugar el balón. Lo demuestran sus triunfos ante el Valladolid (los dos partidos), el Córdoba, el Hércules o el Villarreal B. Como caiga en esto nuestro entrenador olvídense de ver tres pases seguidos sobre el tapete murciano.

Por tanto, este sábado nos volveremos a sentar delante de la tele los sufridores habituales con esa mezcla de “ya sé lo que va a pasar” y “lo mismo esta vez nos llevamos una alegría”. En las apuestas se paga a 1 céntimo la victoria local. A 0,000001 céntimos que encajamos al menos un gol a balón parado. Y a 0,0000000000000000001 céntimos que no acabamos el partido con once. Así que si alguien quiere hacerse millonario ya sabe, a soñar que es gratis y a apostar por otra cosa.

lunes, 5 de marzo de 2012

Cada vez somos menos


Nos preocupa a todos (aunque a unos más que a otros) la escasez de público en el estadio de Gran Canaria en los últimos partidos de Las Palmas como local. Además va en descenso. Cada vez hay menos gente. Un hecho así puede tener muchas razones. En primer lugar veamos la gráfica, en la que se muestra la evolución de la asistencia al estadio de Gran Canaria la pasada temporada y lo que llevamos de ésta:


Se distingue con claridad una “ruptura” en la media de espectadores desde el primer partido de este año. Como quiera que antes de empezar la temporada nadie sabe cómo va a jugar el equipo, dejemos la razón del “mal juego” para más adelante.
Para empezar la temporada, nos encontramos con unos refuerzos nada ilusionantes. El fichaje “estrella” fue Portillo. Creo que con eso está dicho todo.

Además, el club decidió aplicar una subida a los abonos que en mi opinión no está acorde con el contexto actual ni con los objetivos marcados para la temporada. Si a eso se le une una crisis cada año más acentuada, una tasa de paro mayor y en una negación generalizada del crédito, nos encontramos con que esta temporada empezó ya con 2.000 abonados menos que la anterior. Eso se tiene que notar. No tengo el dato, pero estoy seguro de que a estas alturas, por no poder -o no querer- pagar las mensualidades del abono, esa diferencia es aún mayor.

Por otra parte, echo de menos la proactividad que tenía el club hasta hace poco, tratando de atraer a gente al estadio, regalando entradas o poniéndolas a precios asequibles. Da la sensación de que en el club están más preocupados por otras cosas, tanto económicas como deportivas. Pero soluciones para que no haya tanta silla vacía en el estadio no se ven.

El horario de los partidos cuando no se televisan es un error. Hasta la temporada pasada Las Palmas jugaba a las 19:00 los sábados. A muchos aficionados les daba tiempo de hacer otras muchas cosas, incluso de irse a la playa o de tenderete a la cumbre. Jugar a las 17:30 está haciendo que un buen número de aficionados no puedan ir (o decidan no hacerlo).

Los rivales han sido muy poco atractivos. Salvo alguna excepción como el Deportivo (un domingo por la mañana), el resto de rivales, ciertamente y con todos los respetos, no atraen a nadie. Alcoyano, Alcorcón, Guadalajara, Girona, Xerez, Nástic…

La comodidad clasificatoria del equipo quita otro aliciente para que se dé cita más gente en el estadio. El hecho de “no jugarnos nada” hace también que el valor de los tres puntos se relativice. Ojalá no tenga que ir más gente porque haya que apoyar a muerte al equipo al borde del descenso, como otros años. Recuerdo partidos recientes con buenísima entrada, como aquel sospechoso partido del empate ante el Rayo, o el del Nástic la temporada siguiente. Por supuesto, si el equipo hubiera sacado más puntos fuera de casa y estuviéramos con ocho más en la clasificación, el aliciente del play-off arrastraría más almas al estadio.

Pero, por supuesto y sin ninguna duda, otra gran causa del bajón de afluencia es el juego exhibido por el equipo, tanto fuera cosechando derrotas cercanas a lo humillante como en casa ganando partidos sobre la bocina y sin apenas merecerlo. No me cabe ninguna duda de que si el equipo ofreciera otro juego, otra dinámica sobre el campo y una propuesta futbolística más atractiva, la entrada en el estadio sería sensiblemente superior.


El próximo rival en casa es el Celta, segundo clasificado y el mejor a domicilio. Estoy convencido de que si Las Palmas juega un buen partido en la Nueva Condomina, con poco que haga el club podríamos volver a tener en el estadio 12.000 espectadores. Ideas no deberían faltar.

sábado, 3 de marzo de 2012

Otro triunfo en el alambre


Se le podrán criticar muchas cosas a este equipo, pero lo que es innegable es que cada partido en el estadio es una fuente inagotable de ansiedad, enfados, estrés, sufrimiento, emoción… y alegría. Al final, pero alegría. Cada triunfo es una lucha permanente contra los elementos. El equipo, el entrenador, el rival, la estrategia defensiva, el árbitro… todos juntos parecen alinearse para hacer de cada victoria local una épica batalla que, últimamente, se salda con beneficio amarillo.

De inicio, Las Palmas volvió a ofrecer a los 8.200 espectadores que se dieron cita en el Gran Canaria la peor de sus imágenes. Esta vez no fue el uso abusivo del patadón. Fue una línea de cuatro “jugones” escoltando a Portillo, que al no recibir balones se unía al grupo para participar del toque insulso, apático, horizontal y sin profundidad que exhibió Las Palmas en el primer tiempo. Ya desde los primeros minutos se echaba en falta un 9 fijo (sólo teníamos uno y estaba en el banquillo). Y también los chispazos eléctricos de Viera.

Y una vez más, uno de los principales pecados capitales de la Unión Deportiva, las jugadas a balón parado en defensa, nos supuso estar por debajo en el marcador al primer córner que sacó el Girona. Llevábamos 11 minutos y tocaba remar contracorriente. Los de Josu Uribe defendían con orden y cierta comodidad ante la parsimonia y candidez del juego amarillo. Tan solo un remate de Laguardia en un córner que paró Dani Mallo y un disparo lejano y desviado de David González. Era demasiado poco argumento para voltear el marcador. Al descanso, pitidos merecidos.

Pero Juan Manuel Rodríguez sabe corregir sus errores. A veces tarde, otras a tiempo. Se la jugó quitando a Juanpe para meter a Quiroga. Fue el detonante del cambio. Las Palmas abandonó el toque plano para jugar un fútbol directo, totalmente vertical con la referencia del killer argentino arriba. Mejoría que se tradujo en acercamientos que desembocaron a su vez en el gol del empate obra de Vitolo. Tablas y superioridad en el juego. Se creía en la remontada. Algo tenía que pasar para que no fuera fácil.

Y pasó. Pignol repitió guión y cometió dos faltas (sólo dos) que supusieron amonestaciones tan carentes de igualdad de rasero como justas. El equipo de nuevo con diez. Ya estamos acostumbrados. Para entonces el míster ya había dado entrada a Pedro Vega y a José Artiles en sustitución de Momo (pitos) y Roque. No había más cambios y había que readaptar la defensa sin dejar de buscar el segundo. Y llegó ese gol antes de que el Girona se decidiera a sacar beneficio de la superioridad. Vitolo hace una diagonal y David González desenfundó su chistera para inventarse un pase magistral, mágico, que dejó al primero sólo ante Mallo para hacer el segundo. Algarabía. A falta de Viera, Vitolo. Y redención para el “7” después de lo de Córdoba. Imagino la alegría de su padre en el hospital.

Pero aún quedaban 15 minutos de sufrimiento. Uribe mandó a sus tropas a cercar el área de Barbosa. Las Palmas se defendía con uñas y dientes, y con jugadores que no están acostumbrados a esas labores. Barbosa vio cual espectador cómo una falta se estrellaba en el travesaño para desesperación de Uribe. Y a falta de 2 minutos para el 90, otro córner y otro gol encajado. Desolación… aunque no tanta. Jugar sobre el alambre y sacar petróleo del descuento es algo ya habitual para los de Juan Manuel.

Poco después del empate, Dani Nieto nos puso un nudo en la garganta estrellando otro balón en la madera. Había caído la noche y el frío en Siete Palmas. El reloj marcaba el minuto 92. Y cayó del cielo un balón puesto por Ruymán casi desde su casa. Y ahí emergió la figura de Quiroga para saltar con fe hacia lo que parecía inalcanzable, más allá del punto de penalty, y conectar un testarazo ajustado y llevar el delirio a las frías y despobaladas gradas del estadio de Gran Canaria. Parecía increíble, pero Las Palmas volvía a resolver un partido mediocre en el último suspiro, en el alambre. Sus virtudes, aparte de la suerte, volvieron a ser el empuje, la garra y las ganas de seguir haciendo de su campo un fortín.

Nuestros próximos inquilinos no serán como el Girona. Ni como el Nástic. Ni como el Guadalajara. No nos darán tantas facilidades. Pero estoy convencido que para sacar algo positivo de aquí tendrán que sudar la gota gorda porque Las Palmas tiene “algo” (¿igual una flor?) que la hace inexpugnable en su casa. Independientemente del mal juego, de estar con diez o de tener que resolver in extremis. Igual el “asesor presidencial” hubiera ganado este partido con más holgura, pero estos triunfos así, cuando se repiten, no pueden ser sólo fruto de la casualidad. Y no me negarán que saben a gloria.

viernes, 2 de marzo de 2012

Prolongar la racha ante dos viejos conocidos


El Girona FC, nuestro próximo rival, es de los pocos equipos que superan (por lo bajo) los registros de la UD Las Palmas como visitante. Apenas 4 empates en 13 salidas, con sólo 10 goles a favor. Lleva sin marcar lejos de Montilivi desde el 10 de Diciembre, y sus seis últimos desplazamientos han acabado en derrota. Todos conocemos la costumbre que tiene Las Palmas de ayudar a los adversarios a romper este tipo de rachas. Esperemos que esta vez no sea así, y se prolongue la racha de Las Palmas como local y la del Girona como visitante.

Para ello, Juan Manuel Rodríguez tiene ‘overbooking’ en la defensa. El centro de la misma debería permanecer invariable, a la vista del rendimiento ofrecido por Juanpe y Laguardia en los últimos encuentros. Al lateral derecho va a volver Pignol con toda seguridad (intocable para el míster), y en el izquierdo debería mantenerse Ruymán. David González y Javi Castellano también serán de los ‘fijos’ en el once inicial que salte al Gran Canaria. Junto a ellos, Vitolo y Quiroga. Y quedarían pendientes dos posiciones, las que han dejado vacantes para este partido Viera y Guerrero. Todo parece indicar que podrían ser Portilllo y Momo, pero no es descartable que el entrenador de las Alcaravaneras opte por dar la titularidad a Roque o a Dani Castellano.

Este sábado veremos a dos viejos conocidos de la afición amarilla en el banquillo del estadio de Gran Canaria. Uno, el entrenador Josu Uribe. De grato recuerdo porque estuvo una temporada aquí (la 2002/2003) y dejó al equipo en una meritoria quinta plaza en Segunda. Hoy eso hubiera valido un play-off. El otro, el portero Roberto Santamaría, a quien el propio entrenador asturiano ha relegado a la suplencia tras su llegada a Girona hace algo más de un mes.


Para el olvido fue el lamentable episodio que protagonizó el portero navarro, poco antes de empezar la pretemporada 2009/2010. Se fue de malas formas buscando la gloria deportiva en algún equipo de Primera y demostrando muy poco sentido del agradecimiento al club que le formó y le dio la gran oportunidad. Mañana lo veremos de suplente en el Girona camino, salvo milagro, de la 2ª División B. Dios castiga sin piedras ni palos…


Todos acudiremos al estadio con la fe renovada. Esa fe que perdemos cada vez que vemos jugar al equipo y que, como si de la batería de un móvil se tratara, se recarga durante la semana y nos lleva a pensar que el siguiente partido puede ser el que a todos nos gustaría ver. Los dos últimos partidos en casa se saldaron con victoria (lo más importante), pero con un sufrimiento más que evitable en ambos casos. Unas veces el entrenador, otras algún jugador díscolo y otras el árbitro. Lo cierto es que uno acude a Siete Palmas curado de espanto y dispuesto a ver cualquier cosa.

Queremos ver a Las Palmas ganar. También queremos ver a Las Palmas jugar bien y ser superior al rival. Nos encantaría ver una goleada amarilla y ver un partido plácidamente. Nos gustaría que no se notara la ausencia del jugador más determinante de este equipo.

Pero lo primero es lo primero. Una nueva victoria en Gran Canaria ayudaría a mitigar en parte la mala imagen y los malos resultados que cosechamos semana tras semanas lejos de aquí. Los tres puntos se deben quedar en casa, y todos deberíamos empujar para que eso sea así. Incluido el “asesor presidencial”.

jueves, 1 de marzo de 2012

La aparición de Juanito


La entrevista publicada ayer en el periódico Canarias 7 a Juanito confirma lo que ya sabíamos todos: Juan Manuel Rodríguez está solo. Nadie le apoya dentro del club. Lo único que recibe son mensajes, nunca directos, de lo mal que lo está haciendo y de lo mal trabajado que está el equipo.

Juanito, que ocupa el puesto de “asesor presidencial” dentro del club, comparte un primer pecado con el entrenador: autocrítica cero. Ya lo conocimos cuando fue entrenador en dos etapas distintas. Nunca se equivoca. Los demás sí. Por eso no habla de los errores cometidos este año por él mismo al frente de un cargo que, dicho sea de paso, en tiempos de crisis profunda como la que le sobreviene al club, debería desaparecer.

Cuando leí el titular (“Deberíamos estar mucho mejor en la clasificación”), pensé que la argumentación vendría por los arbitrajes, la mala suerte y, también por qué no, porque el equipo no ha jugado bien en muchos partidos, sobre todo fuera de casa. Pero no, es muy explícito diciendo que no se deben buscar excusas al mal juego, argumenta que tenemos “un gran equipo” y que es responsabilidad del entrenador que el equipo juegue como juega y no estar más arriba en la tabla.

No comparto lo de ese “gran equipo”. Ya he dado en otra entrada anterior mi opinión sobre la plantilla. Sobrevalorar no cuesta nada, pero tiene unos riesgos altísimos. Que se lo pregunten a los bancos. Qué fácil debe ser para un “asesor presidencial” darle una caja de herramientas a un mecánico y pedirle que fabrique un coche. Juan Manuel nunca ha hablado, ni de momento creo que lo haga, pero estoy convencido de que si algún día lo hace podría contar muchas cosas interesantes.

Sin embargo, sí que comparto lo que opina Juanito sobre el juego del equipo. La pregunta que me hago es si es correcto, si es lógico y si es positivo para el equipo que aparezca ahora en un periódico diciendo lo que todos sabemos. Además, casualidad o no, el mismo periódico que hace dos semanas sacó la encuesta sobre la continuidad del entrenador. Si no quieres apoyarle no le apoyes, pero al menos déjale trabajar tranquilo y evita la presión mediática.


Y es que a Juanito habría que recordarle también que “los peces no tienen memoria”, pero los humanos sí. Ya no se acuerda de las condiciones en las que dejó al equipo en la temporada 2007/2008, enterrado en la clasificación de Segunda. Aquella plantilla no era mucho peor que ésta, como luego demostró el propio Juan Manuel Rodríguez sacando al equipo del pozo donde lo había dejado el de Güímar. ¿Casualidad…?

En el club quieren que sea la afición quien eche al entrenador. Sólo hay una persona que no, y creo que todos sabemos quién es. El resto, a remar en contra. Y con esa fuerza, con esa falta de apoyo, sigue peleando el entrenador de Las Palmas. Tan rácano e irregular en sus planteamientos como persistente en sus ideas. Algún día hablará, lo sé, y espero estar ahí para escucharle a pesar de que no soporto sus ruedas de prensa.