Test en un campo talismán

Las huestes de Sergio Lobera rinden visita al Martínez Valero de Elche. Un campo talismán en el que Las Palmas nos ha dado grandes alegría en forma de noches históricas y grandes goleadas en los últimos años. Si bien es cierto que estos datos no sirven de mucho cuando el árbitro indique el comienzo del choque, es siempre un motivo de esperanza e ilusión rendir visita al Elche.

Será momento para descubrir si el equipo va adquiriendo el tono físico exigido para el sistema del míster catalán. La gasolina debe durar más de 60 minutos, y de no ser así lo pasaremos muy mal. Básicamente porque el Elche no es el Racing ni el Lugo.

El conjunto franjiverde no ha podido comenzar mejor la temporada, con dos victorias ante Ponferradina y Hércules basadas en un buen fútbol y con mucha calidad en sus hombres de ataque. Inmejorable piedra de toque para una tercera jornada que nos ayudará a visualizar un futuro aún por perfilar.

No estarán David González ni Javi Castellano. Tampoco ha ido Pedro Vega. Podría repetirse once inicial.

Lástima que este test al que se exponen los amarillos no pueda ser visto por televisión. Tendremos que leer las crónicas de los afortunados que acudan al estadio alicantino para sacar nuestras propias conclusiones.

La incorporación de Thievy quedará en un segundo plano. Ahora lo que importan son los tres puntos en juego. Viejas glorias, grandes alegrías en esas tierras. Ojalá se perpetúe la racha.

Empate sin oxígeno

Primer partido de Las Palmas en casa y nueva oportunidad para comprobar que el equipo aún está a medio cocinar. Algo normal y si tenemos en cuenta que estamos en Agosto y que es el segundo partido de 42. Una primera parte esperanzadora y una segunda decepcionante. Ese podría ser el mejor resumen del partido.

Lo cierto es que hubo que esperar 24 minutos para ver la primera oportunidad clara de gol, cuando el nigeriano Chrisantus encaró la portería de Yoel y su disparo fue interceptado con el pie por el buen guardameta gallego. No fue el único mano a mano que desperdiciamos. Sergio tuvo otros dos. En el primero burló al portero pero mandó el balón al lateral de la red. Y en el segundo el esférico volvió a encontrase con el pie de Yoel. No se puede fallar tanto, sobre todo si toda tu gasolina la quemas en los primeros 45 minutos.

Los goles llegaron seguidos. Primero Vitolo remató en plancha un buen centro de Nauzet (rompiendo por enésima vez la línea defensiva lucense). Pero a los tres minutos no supimos defender una falta lanzada por Pablo Álvarez desde la zona de medios y el balón entró sin que lo tocara nadie. Barbosa hizo lo que más le gusta: la estatua.

Vitolo celebra su gol.

El Lugo apenas llegó en la primera mitad. Un remate cruzado de Quiroga (ovacionado por la afición cuando fue sustituido en la recta final del partido) fue lo más peligroso que hizo el equipo de Quique Setién en el primer acto.

Tras el descanso, ambos equipos vaciaron sus fuerzas en la presión incesante en el centro del campo. Pero cuando esa presión cedió, quien tuvo más entereza y fuerza fue el equipo visitante. Nauzet desapareció, a Momo ni se le veía y Chrisantus tenía que ir a buscar los balones muy lejos de su hábitat natural. Los gallegos se hicieron con el juego y con el balón, y Las Palmas empezó a sufrir. Fran Pérez mandó un cabezazo a la escuadra (con otra magistral estatua de Barbosa) y Fran Sol envió fuera un mano a mano con el argentino.

Las Palmas no tenía fuerzas ni ideas claras. Su juego se diluía. Ni siquiera los cambios de Lobera dieron aire fresco al equipo. Más bien todo lo contrario. Corrales era una máquina de perder balones, y el equipo defendía con faltas motivadas por la falta de oxígeno.

Solamente al final, con aquella bravura de la temporada anterior, Las Palmas intentó sin éxito que los tres puntos se quedaran aquí. Vitolo tuvo dos, pero pero su primer remate se marchó fuera por poco y el segundo lo volvió a detener Yoel cuando tenía toda la portería para él.

Jeison Murillo fue de los más destacados de los amarillos.

Queda un largo camino por recorrer. Largo y duro. El empate de hoy hay que ponerlo en valor. El rival fue digno (a pesar de las pérdidas de tiempo en la segunda parte), y el momento es el adecuado. Toca tomar nota y corregir errores. Lo mejor se quedó en la primera parte, como en Santander, pero hace una semana teníamos ventaja mientras que hoy cuando quisimos ir a por el partido las piernas no respondían, y la cabeza tampoco. Lo peor llegó con el bajón nivel físico. Ojo que el sistema y el concepto de Lobera exige mucho esfuerzo físico. Hay que ponerse en forma cuanto antes y no desparecer a los 60 minutos.

Expectación y prudencia

Esto de empezar la temporada cuando muchos están de vacaciones ha hecho que la perspectiva de este ángulo opuesto desde el que tratamos de ver a nuestro equipo se haya visto obligada a emprender su camino esta temporada en la segunda jornada. Pido disculpas y agradezco a todos aquellos que acudieron a este rinconcito de Internet antes o después del partido ante el Racing y no encontraron lo que buscaban.

Lo cierto es que, después de la alegría (por resultado y por fútbol) del debut liguero en tierras cántabras ante un ex-primera, el siguiente rival es un ex-segunda b. El Club Deportivo Lugo ascendió el pasado mes de Junio tras muchos años intentándolo.

El cuadro de Quique Setién tiene un estilo agradable de ver, si bien tiene tres aspectos en los que Las Palmas le toma ventaja a priori: la condición de “debutante” en la categoría, la falta de acople de sus 15 incorporaciones en la plantilla y la inferioridad técnica de su centro del campo. Sin embargo, los dos primeros no fueron un problema para ganar el pasado sábado su primer duelo de la temporada en A Malata ante el Hércules. Intuyo que en su campo el Lugo mostrará una cara bien diferente a la que tendrá lejos de él.

Con el cuadro lucense viene Mauro Quiroga, apreciado y valorado aquí a pesar de no haber tenido toda la continuidad necesaria durante su estancia en tierras canarias. Todos sabemos de su peligro en el juego aéreo y de su lucha incansable dentro y fuera del área. Es su referencia arriba, pero le conocemos bien.

Sergio Lobera ha instalado un estilo de juego que se acerca mucho al que los aficionados de Las Palmas han disfrutado aquí durante muchos años. Décadas incluso. Ante el Lugo todos los que vayamos al estadio estaremos deseosos de ver “aire fresco” en el primer partido de competición del curso. Jugar bien por supuesto, pero debe ser un medio para el verdadero objetivo: los 3 puntos en juego.

El míster amarillo no podrá contar presumiblemente con David González, y con toda seguridad con Javi Castellano. Sin embargo, esas bajas fueron perfectamente cubiertas en Santander por Sergio y por Deivid. Por tanto, es probable que el once inicial de ambos equipos no varíe respecto al de la jornada inaugural.

Expectación. Esa quizás sea la palabra que mejor defina el sentimiento que tendremos todos mañana cuando el leonés Valdés Aller decrete el inicio del segundo asalto de esta ilusionante temporada. Pase lo que pase, prohibido sacar conclusiones trágicas en caso de decepción ni lanzar las campanas al vuelo en caso de victoria. Paso a paso, partido a partido y pies en el suelo. Eso debemos tenerlo todos en nuestro vademecum futbolístico.