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sábado, 7 de abril de 2012

El sueño se difumina


Las Palmas ha vuelto a tropezar en casa en un partido en el que viejos errores han vuelto a aparecer en el juego del equipo que dirige Juan Manuel Rodríguez y han costado un empate que deja a los amarillos más lejos de la promoción y con el sueño de alcanzarla bastante difuminado.

Finalmente jugó David González, lo que supuso que solamente se reestructurara la defensa con David García en la derecha y la dupla Laguardia-Herner de centrales. El resto del equipo, el habitual. El comienzo del encuentro fue vibrante. En tan solo cinco minutos, dos pases de Jonathan Viera habían supuesto sendas oportunidades de Vitolo y Javi Guerrero. La respuesta del Numancia fue inmediata: Natalio, la auténtica pesadilla durante todo el partido para la defensa amarilla, mandaba el balón al palo en un mano a mano ante Barbosa.

Las Palmas llevaba la dirección del juego y el Numancia se replegaba con la defensa adelantada y presionando muy bien a los canarios más creativos. Esto hizo que el partido fuera bajando en intensidad, sumido en un mar de faltas y de imprecisiones. Una doble oportunidad de Vitolo y de Viera animó a los 11.500 espectadores que se dieron cita en el estadio de Gran Canaria. Después, un cabezazo alto de Ruymán al saque de una falta y otra doble oportunidad de Vitolo y de Momo evidenciaron la falta de puntería de los amarillos en las pocas opciones que daba el equipo visitante al ataque canario. Antes de llegar al descanso, Javi Guerrero, maltratado a patadas durante 38 minutos, se tuvo que retirar lesionado y dar paso a Quiroga.


La segunda parte empezó como acabó la primera: Las Palmas seguía espesa en el centro del campo y no tenía precisión arriba. Sin embargo, el partido se animó cuando Herner a los diez minutos hizo volar a Nacho Zabal tras el saque de un córner. Poco después, fue Ruymán quien la puso desde la izquierda y el cabezazo de Quiroga volvió a hacer lucirse al meta rojillo. Eran los mejores minutos de Las Palmas.

Pero otra vez el Numancia avisó con otra oportunidad muy clara de Natalio. Por fortuna su cabezazo se fue al palo. El equipo soriano no atacaba con descaro, pero cada vez que merodeaba el área de Barbosa daba sensación de peligro. A partir de ahí, el partido transcurrió sin pena ni gloria. Llegaron los cambios de uno y otros. El fútbol de Las Palmas no era fluido, se abusaba de los balones largos a Quiroga y se fallaba siempre en el último pase.

Quedando 15 minutos, Juan Manuel Rodríguez volvió a recurrir a la solución de “defensa por delantero”, dando entrada a Portillo por Herner. No hubo mejoría. Toda la emoción estaba para la recta final. Primero, la expulsión por muta agresión de Unai y Viera. Reincidente el amarillo, le va a costar más de un partido de sanción. Y eso que dijo haber aprendido después de lo de Córdoba. Poco después, el segundo agarrón de Cabrera a Quiroga sí lo vio el árbitro y el penalty lo convirtió David González para júbilo del Gran Canaria.


Quedaban diez minutos y se veía cerca la victoria, pero el Numancia se fue arriba y volvió a evidenciar las deficiencias de una defensa amarilla que no estaba a la altura a pesar de que Juan Manuel tras el gol había dado entrada a Roque para rehacerla. Vitolo pudo sentenciar en una contra, pero a falta de tres minutos llegó el empate. Ruymán comete una falta como solución desesperada ante el enésimo desborde de Bedoya. Y la historia de tantos partidos se volvió a repetir: jugada a balón parado, centro al segundo palo, fallo de marcaje, Barbosa enterrado bajo palos y cabezazo de Jaio. Todo un deja vu para los que seguimos al equipo partido tras partido.

No hubo reacción. Más balones a Quiroga, más imprecisiones y un penalty en área propia (similar al señalado a Quiroga) que el árbitro no vio y que le costó la expulsión a Pablo Machín. Ya en el descuento, Sunny también se tuvo que ir por pérdida de tiempo en un saque de banda. No había tiempo para más. Se escapaban dos puntos.

En definitiva, Las Palmas no dio su mejor versión. Impreciso adelante, abusando de balones largos y, cuando no, errático en los pases. Y si alguna jugada salía bien, mal en el remate. En defensa muy blandos y vulnerables. Otra vez gol encajado a balón parado. Y otros puntos que vuelan en las postrimerías. Esta historia ya nos suena a todos. Cometiendo tantos errores, de forma tan reiterativa, es imposible soñar nítido. Se aleja la zona de privilegio. Los números cada vez cuadran menos. No podíamos fallar y fallamos. Ahora sólo queda pensar en el próximo partido ante el Recreativo. Sin Jonathan Viera y sin David García. Ojalá sea otra historia.

3 comentarios:

  1. Hola amigo mira pasate por mi blog y hablamos , ambos somos de laS PALMAS!!

    http://www.misdeportesfavoritos.net/

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    Respuestas
    1. Hola. Ya he pasado por tu blog. No veo un e-mail para "hablar". Saludos.

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  2. Las Palmas en general jugó muy bien en ataque, sobre todo los primeros 60-70 minutos, pero como viene siendo habitual perdonamos la vida a nuestros rivales. Ellos con pocas ocasiones suelen tener un buen porcentaje de efectividad mientras que nosotros desperdiciamos una tras otra y claro, en partidos con el marcador igualado nos termina pasando factura. Lo de los errores defensivos es el cuento de nunca acabar. A balón parado (en defensa) somos muy blanditos. Así es imposible aspirar a mucho más. Un saludo

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